El actual gobierno de Canadá fue duramente criticado por una coalición de grupos sociales e individuos que le reprochan despreciar el disenso y provocar daño a la democracia, por sus políticas en contra de instituciones del Estado y de la sociedad civil.
En un documento de 66 páginas, cuya publicación formal está prevista para este martes, los firmantes explican con detalle la forma en la que las finanzas de una serie de entidades y organizaciones resultaron mermadas por el gobierno y son objeto de intimidación, frecuentemente porque son consideradas demasiado politizadas. Varios de esos casos se encuentran inventariados en el reporte.
El grupo, denominado Voces, afirma que los científicos y funcionarios estatales son amordazados y que la administración Harper presenta a las organizaciones autóctonas como una amenaza a la seguridad nacional.
Dirigentes juzgados competentes habrían sido neutralizados por el gobierno, incluso en organismos cruciales como la Comisión Canadiense de la Seguridad Nuclear. También, siempre según el escrito, otros trabajos han resultado denigrados, como es el caso del Comisario para el Medioambiente y el desarrollo sustentable, la Comisión de Quejas del Público contra la Real Policía Montada Canadiense, el ombudsman de la Defensa Nacional y de las Fuerzas Canadienses y el Despacho del Investigador Correccional.
El documento recuerda que después de 2012, la agencia de estadísticas de Canadá ha sufrido el recorte del 18 por ciento de su personal y de 30 millones de su presupuesto.
El texto fue firmado por 500 individuos y representantes de 200 organizaciones, entre ellas la sección canadiense de Amnistía Internacional, Greenpeace y un ex dirigente de Oxfam Canada, entidad de cooperación internacional.
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