Las crecidas del río y los derrumbes complican los rescates en Guatemala, tres días después que un gigantesco alud de tierra sepultara la aldea El Cambray II, a 15 kilómetros de la capital.
Hasta ahora, los rescatistas recuperaron 131 cadáveres de los aproximadamente 300 desaparecidos según la información proporcionada por el Ayuntamiento de Santa Catarina Pinula, al que pertenece la población afectada.
El trabajo que se está realizando en la zona es a contra reloj pues con el paso del tiempo, la posibilidad de rescatar supervivientes es cada vez menor. Los equipos de rescate informaron que las últimas viviendas a las que accedieron estaban inundadas lo que reduce la esperanza de encontrar personas con vida.
Este tipo de tragedias no son nuevas en Guatemala, un país donde la pobreza extrema es de más del 60% de la población, y esta situación empuja a los habitantes a improvisar viviendas rudimentarias en la ladera de los barrancos.
Según se informó, las autoridades locales decidieron que los equipos de rescate trabajarán con cuadrillas de 125 hombres cada una y por un lapso de dos horas, por una cuestión de prevención.
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