La aerolínea rusa Kogalimavia/Metrojet descarta la hipótesis de un problema técnico o de un error humano para explicar el accidente de su Aerobus A321-200 en Sharm el Sheik, península egipcia en el Sinaí.
El accidente es el resultado de otra “acción técnica o física”, declaró Alexander Smirnof, director general adjunto de la compañía aérea, en una conferencia de prensa en Moscú.
El avión tuvo una inspección de rutina en Moscú el 26 de octubre, cinco días antes del accidente, y ningún problema técnico fue constatado, afirma la compañía.
“Todo parece indicar, desde el principio de la catástrofe, que la tripulación perdió el control total del avión”, declaró Smirnof. El responsable de la compañía afirma que los pilotos “no intentaron entrar en contacto radio” con los controladores aéreo en el suelo.

Según un miembro de la comisión que examina las cajas negras encontrada en el sitio donde cayeron los restos del avión, nada permite creer que este fue el blanco de un proyectil del exterior y el comandante no lanzó ninguna llamada de auxilio antes de la desaparición de la aeronave en los radares.
El grupo yihadista Welyat Sina (provincia del Sinaí) filial local de grupo armado Estado Islámico declaró haber derribado el avión, pero no entregó ninguna prueba para apoyar su alegación.
Interrogado sobre la posibilidad de un acto terrorista, el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov dijo que ninguna hipótesis podía ser descartada.
Recordemos que el avión se desintegró en pleno vuelo, unos 20 minutos después de haber despegado de Shram el Sheik con destino a San Petersburgo y no hubo ningún sobreviviente de los 217 pasajeros y 7 miembros de la tripulación.
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