Después de dos semanas de intensas negociaciones, los 195 países reunidos en París aceptaron sin objeción el sábado por la noche, “un acuerdo histórico” sobre la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero, al final de la Vigésimo primera Conferencia de Naciones Unidas sobre los Cambios Climáticos.
París, ciudad de las revoluciones, acaba de vivir “la más bella y la más pacífica de las revoluciones”, dijo el presidente François Hollande después de la adopción del acuerdo. “Viva el planeta, Viva la Humanidad, Viva la vida y Viva Francia” se exclamó el presidente Hollande.
La comunidad internacional se fijó como objetivo, mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2 grados, con respecto a la era pre industrial, y trata incluso de mantenerse por debajo de un grado y medio.
Es la primera vez que todos los países logran ponerse de acuerdo sobre este importante tema, mientras que desde hace más de 20 años, Naciones Unidas trata de convencer y concertar a todo el mundo sobre la importancia y la necesidad de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, que son las que más contribuyen al recalentamiento climático, según los científicos.

El acuerdo que se firmó en París, refleja el excelente trabajo del ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius, que presidía la Conferencia. A la sorpresa general, al principio de la esperada asamblea plenaria, que tardaba en comenzar, el canciller francés invitó la COP21, a adoptar el documento, lo que se logró sin ninguna objeción. “No veo objeción en la sala. Declaro adoptado el Acuerdo de París sobre el clima”.
Una larga ovación y gritos de alegría resonó en la sala donde se encontraban reunidos los representantes de los 195 países que aceptaron el Acuerdo de París. Es una gran victoria para la diplomacia francesa, que quería evitar el fracaso de la conferencia precedente en Copenhague, demostrando así que las negociaciones multilaterales pueden funcionar.
“El acuerdo es ambicioso, justo y equilibrado, y refleja las posiciones de las partes (…) Y contiene los principales avances, que muchos pensaban que sería imposible obtener. Es diferenciado, justo, duradero, dinámico, equilibrado y jurídicamente vinculante” Laurent Fabius, canciller francés y presidente de la COP 21.

El Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, Ban K i-moon, rindió un homenaje a Laurent Fabius delante de toda la asamblea de delegados reunidos el sábado por la noche. “Es un éxito monumental para los pueblos y para el planeta”, dijo el Secretario General de la ONU.
Pero es un éxito también para la diplomacia canadiense del recién elegido gobierno de Justin Trudeau, que hacía su primera entrada en escena internacional, marcando así una ruptura con el precedente gobierno del primer ministro Stephen Harper, que se mostró casi siempre hostil a este tipo de ejercicio. La ministra de Medioambiente de Canadá, Catherine McKenna, fue seleccionada por Laurent Fabius, como facilitadora de las negociaciones.

El acuerdo conservó su objetivo de limitar el aumento de la temperatura promedio a 2 grados centígrados, pero invita a las partes a esforzarse para limitar este aumento a 1.5 grados. Canadá se unió a los pequeños países insulares para que el objetivo de 1.5 grados fuera retenido.
A lo largo de toda la conferencia, la ministra canadiense Catherine McKenna, se pronunció en favor de un acuerdo “robusto” Canadá buscaba justamente un acuerdo vinculante y duradero para todas las partes, con una obligación jurídica para cada país de presentar un objetivo.
Radio Canadá-Canadia Presse/Reuters/COP 21
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