La mitad de los padres canadienses se prepara para posponer la jubilación con el fin de ayudar a sus hijos mayores de edad, de acuerdo con una encuesta realizada por BMO, el cuarto banco más grande de Canadá. Los padres están preocupados de que sus hijos no van a alcanzar el mismo nivel de comodidad financiera como lo han hecho ellos.
El miedo es impulsado por el alto costo de la vivienda, las grandes deudas de los estudiantes, y la dificultad de los jóvenes en conseguir «un empleo significativo en ámbitos relacionados con su educación», señala el informe.
La llamada generación del milenio de los nacidos después de 1980 se enfrenta a realidades económicas diferentes a las de sus padres, sobre todo después de la crisis financiera de 2008.
El número de trabajadores con contrato ha crecido más de cuatro veces más rápido que el número de empleados a tiempo completo desde 2008, según Estadísticas Canadá.
Los adultos jóvenes sienten incertidumbre
Con el fin de ayudar a sus hijos, un tercio de los padres estaban abiertos a ahorrar menos para su propia jubilación y el 22 por ciento dijo que estarían dispuestos a endeudarse. La mitad de los adultos jóvenes de hoy se sienten que la vida está llena de incertidumbre, mientras que sólo el 34 por ciento de la generación de sus padres pensaba lo mismo.
Alrededor del 56 por ciento de los hijos que quieren una educación post-secundaria obtienen apoyo de los padres, viviendo en su casa, mientras que el 61 por ciento recibe apoyo financiero. Eso es casi el doble de los niveles de apoyo a la generación de sus padres.
Incluso después de que sus hijos se van de la casa, casi el 30 por ciento de los padres todavía sigue proporcionándoles apoyo financiero frecuente. Otro 52 por ciento de los padres proporciona apoyo financiero ocasional.
RCI/Globe and Mail/CBC
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