El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio a conocer este marte nuevas medidas de control de las armas de fuego a fin de evitar nuevas masacres y tiroteos en un país donde se registra desde el 2013 cerca de un tiroteo por día, según el sitio que monitorea estos actos, shooting tracker.com.
Obama decidió hacer uso de sus poderes presidenciales debido a que los cambios legales que el mandatario estadounidense propuso al Congreso fueron sistemáticamente rechazados por una oposición republicana apoyada y financiada por el lobby de las armas y organizaciones como la NRA que promueve la posesión indiscriminada de armas de fuego.
Obama acusó al lobby de las armas de haber tomar como rehén al Congreso estadounidense, pero dijo que ese lobby «no pueden retener a Estados Unidos como rehén.» El mandatario insistió en que era posible mantener la Segunda enmienda haciendo algo al mismo tiempo para frenar la frecuencia de tiroteos y masacres en Estados Unidos que, según Obama, se han convertido en «la nueva normalidad» en ese país.
Obama no pudo contener sus lágrimas mientras evocaba a los 20 niños y 6 adultos masacrados en un tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook Elementary School en diciembre de 2012.
«Esto no es un complot para quitarle las armas de fuego a todo el mundo», dijo Obama en una ceremonia en el Salón Este de la Casa Blanca. «Se trata de una verificación de antecedentes, y después se compra el arma de fuego. El problema es que algunos vendedores de armas han estado operando bajo normas diferentes.»
El punto central del plan de Obama es una definición más inclusiva sobre quién es un comerciante de armas, con la esperanza de aumentar el número de ventas de armas sujetas a una verificación de antecedentes del comprador. Bajo la ley actual, sólo los vendedores de armas con licencia federal deben llevar a cabo una verificación de los antecedentes de los compradores.
La realidad es que en ferias de armas, en los sitios web y en los mercados de pulgas, los vendedores a menudo optan por ignorar ese requisito de verificar antecedentes al negarse a registrarse como comerciantes con licencia. De acuerdo a la propuesta de Obama, queda en claro que la obligación de verificar los antecedentes del comprador se aplicará a toda persona que participe en el negocio de la venta de armas de fuego.
La Casa Blanca también advirtió a los vendedores de armas que el gobierno planea reforzar la aplicación de esta normativa, incluyendo el despliegue de 230 nuevos examinadores que el FBI contratará para procesar la verificación de antecedentes.
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