Funcionarios federales aconsejan al primer ministro Justin Trudeau a que no se precipite para cumplir su promesa de legalizar la marihuana. En sus notas para preparar e informar al nuevo primer ministro, estos funcionarios lo invitan a “a tomar el tiempo necesario” para que se organice con las provincias.
Las provincias en efecto, deben ser consultadas en lo que respecta a la legalización de la marihuana porque ellas son responsables de todos los expedientes relacionados en particular con la salud.
“Para coordinar un enfoque con las provincias y los territorios, se tendrán que hacer consultas detalladas y prever el tiempo suficiente para que la instauración del programa sea bien coordinada”, dicen los funcionarios en los documentos obtenidos en virtud de la Ley de acceso a la información.

Justin Trudeau había declarado antes de las Navidades que quería legalizar la marihuana dentro “de un año o dos”. Él tiene previsto formar un grupo de trabajo federal-provincial para hacer todas las consultas necesarias sobre el tema a través de todo el país.
Line Beauchesne, criminóloga y profesora en la Universidad de Ottawa, cree que hay que tomar el tiempo para establecer un marco que las provincias estén dispuestas a aceptar, poniendo el acento en la salud pública. Y como las consideraciones son múltiples, ella duda que la legalización sea posible en el transcurso de 2016, y cree que un horizonte de 2 años es más realista.
Jean-Sebastien Fallu, profesor en la Escuela de Psico-educación de la Universidad de Montreal, afirma también por su parte, que hay que proceder “gradualmente”, sobre todo para ganar terreno en lo que respecta a la aceptación social de la legalización de la cannabis sativa.

En sus documentos de información, los funcionarios federales señalan también que Canadá firmó tres convenciones internacionales en materia de drogas que exigen la criminalización de la posesión y producción de marihuana.
Continuar con la promesa de legalización de la marihuana pondría a Canadá en infracción con sus compromisos internacionales. Los consejeros afirman que Ottawa deberá “estudiar cómo informar a la comunidad internacional y establecer etapas a seguir para modificar sus obligaciones con respecto a esas convenciones”.
Canadá no es el único país en querer modificar su enfoque en lo que respecta la lucha contra las drogas y una suavización de las convenciones podría ser contemplada.

Uruguay y 4 estados de Alaska, Colorado, Oregón y Washington en Estados Unidos, legalizaron ya la marihuana y contravienen de facto a esas convenciones.
Portugal, Holanda y España la descriminalizaron, más no obstante, fumar marihuana sigue siendo prohibido, sobre todo si se tiene en cuenta que su producción y distribución no están encuadradas, como es el caso en los países y estados donde esta actividad es legal. Hay que agregar por otra parte, que los usuarios no corren el riesgo de que se habçga acusaciones criminales contra ellos.
Radio Canadá/The Canadian Press
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