Y la cera de los oídos ¿para qué sirve?

Hola que tal. En nuestra crónica dominical esta semana vamos a hablar de la cera que se acumula en los oídos. ¿Para qué sirve? ¿Cuál es su función? No sé si se han hecho la pregunta alguna vez. Podríamos tener tendencia a pensar que se trata más de una aflicción, una molestia, que de otra cosa.

Pero no! Su presencia en los oídos no es gratuita. La cera o cerumen, ese líquido viscoso, amarillento, es fabricado naturalmente en nuestros oídos por diferentes células, como las glándulas sebáceas y las células apocrinas. Su función natural es proteger los oídos y se puede separar en 3 categorías.

La primera sería la limpieza de la oreja, porque su piel y la piel de los tímpanos están en regeneración constante y la piel muerta es expulsada hacia el exterior. La cera, que atrapa todas las suciedades que se introducen en la oreja, le sirve de medio de transporte para su expulsión.

La segunda es que la cera con su contenido grasoso, permite la lubrificación de la oreja, impidiendo que su piel se seque y minimizando el riesgo de que esta se cuartee.

Y la función última es que la cera sirve de antibacteriano y antifúngico, ya que es un poco más ácida que la oreja media y disminuye el riesgo de proliferación de bacterias. En otras palabras, ayuda a combatir las infecciones y protegen los tímpanos del mundo de exterior.

En conclusión, el cerumen se produce en el conducto auditivo externo gracias a glándulas especiales existentes en la piel de esta zona. No es necesario seguir ningún proceso especial para eliminarla, pues el propio oído tiene un sistema especial para hacer que se caiga a medida que la va produciendo. Y para evitar los molestos tapones de cera lo más apropiado es lavarse a menudo el cabello y mantener seco el interior de la oreja.

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El Dr. Marc-Élie Nader otorrinolaringólogo del Centro Hospitalario Universitario McGill, CHUM, fue entrevistado por Francine Plourde de Les années lumières, el programa de cultura científica de la radio francesa de Radio Canadá.