La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, autorizó el ingreso a propiedades privadas por la fuerza si es necesario en un esfuerzo de las autoridades para controlar la propagación del virus del Zika, transmitido por la picadura de mosquitos.
El gobierno de Brasil considera al virus del Zika como un » peligro inminente para la salud pública».
El decreto presidencial fue publicado este lunes en el boletín oficial. Ese decreto permite el allanamiento de propiedades públicas y privadas por parte de funcionarios de salud si esas propiedades han sido abandonadas o en las que los dueños no estén presentes.
Las autoridades se encuentran a la caza de lugares de aguas estancadas donde puede reproducirse los mosquitos que serían los responsables de la expansión del virus de Zika, una enfermedad que se ha propagado rápidamente por América y particularmente en Brasil.
Por su lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reúne el lunes para decidir si se declara una emergencia global por la enfermedad.
Aunque la investigación científica sobre el Zika es aún escasa, se cree que el virus podría estar relacionado con un aumento de los casos de microcefalia en recién nacidos, una enfermedad en la que el bebé tiene la cabeza y el cerebro más pequeños que lo normal y que causa graves incapacidades.
Autoridades locales sospechan que unos 4.000 bebés nacieron recientemente con signos de esta enfermedad, en su mayor parte en el noreste brasileño.
También se sospecha que el virus del Zika estaría vinculado al síndrome de Guillain-Barre, que puede causar parálisis y muerte en casos extremos, en adultos y niños con sistemas inmunológicos comprometidos.
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