Tristán Gutiérrez García, es estudiante en Relaciones Internacionales especializadas en la Unión Europea. El joven canadiense que hace sus estudios en la Universidad de Montreal, se encuentra actualmente haciendo una pasantía en Bruselas, Bélgica.
El día de los atentados en la capital europea, Tristán acababa de llegar a su trabajo, cuando se enteró que había sucedido algo en el aeropuerto. Pero ni él, ni sus colegas sabían la naturaleza del problema.
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Su trabajo queda en el centro europeo de la ciudad, no muy lejos de donde se encuentran la Comisión Europea y el Parlamento Europeo. Él tenía un compromiso esa mañana exactamente en la estación de metro Schuman.
Pero después de haber conversado con sus colegas y ante la incertidumbre reinante decidió quedarse en el lugar. Poco tiempo después se produjo el atentado entre las estaciones de metro Maelbeek y Schuman. El respiro de alivio, tanto para él, como para su familia en Montreal, fue grande.
Le pregunté su reacción cuando supo que habían sido atentados terroristas y me respondió que era muy difícil para él describir esa sensación, porque en Norteamérica era algo que se veía solo en la televisión. Y por primera vez en su vida, era algo que ocurría en la misma ciudad en la que se encontraba.
Pablo Gómez Barrios conversó con Tristán sobre lo sucedido esta semana en Bruselas.
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