El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó de forma unánime este martes una resolución que reafirma que las instalaciones médicas, el personal médico y los pacientes deben imperativamente ser protegidos durante los conflictos.
La presidenta internacional del organismo humanitario Médicos Sin Fronteras, la médica canadiense Joanne Liu, se dirigió a los miembros del Consejo de Seguridad para que respeten las disposiciones del texto adoptado.
Esta resolución fue adoptada este martes después que se hubieran bombardeados en los últimos meses hospitales y clínicas de Médicos Sin Fronteras en Siria, Yemen, Afganistán, Irak, Sudán del Sur y República Democrática de Congo.
El texto resalta la inquietud de los estados miembros de la ONU frente a la multiplicación de las agresiones y recuerda que las partes responsables de estos ataques deberían ser llevadas ante la justicia por crímenes de guerra.
“Esta discusión que tenemos hoy no puede reducirse a palabras vacías. Esta resolución no puede -como muchas otras, incluyendo las de Siria desde hace 5 años- ser violada de forma rutinaria y en completa impunidad” Joanne Liu, presidenta internacional de Médicos Sin Fronteras.
La intervención de la doctora Liu comenzó con el relato conmovedor del bombardeo de un hospital en Alep, norte Siria, que dejó por lo menos 50 muertos la semana pasada.
“Hombres, mujeres y niños…Uno de los últimos pediatras de la ciudad, perdieron la vida. Un bombardeo sangriento, a la imagen de otros 300 lanzados contra Alep en los últimos 10 días”, deploró la doctora Joanne Liu, evocando los ataques repetidos contra civiles.
La resolución fue redactada por cinco países miembros del Consejo de Seguridad: Nueva Zelandia, España, Egipto, Japón y Uruguay.
Radio Canadá/France-Presse/Reuters
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