Miles de manifestantes desfilaron en dirección de las oficinas del Consejo Nacional Electoral en cada región, respondiendo al llamado de la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, principal fuerza de oposición en el país, que reclama la revocación del presidente Nicolás Maduro.
El Consejo Nacional Electoral, CNE, calificado de estar demasiado cercano al gobierno, verifica actualmente unos 2 millones de firmas entregadas por la oposición en apoyo al referéndum para la revocación del presidente Maduro. La oposición quiere que el conteo comience lo más rápidamente posible y acusa al CNE, de retrasar el proceso.
La oposición esperaba que los manifestantes pudieran llegar hasta el edificio de las autoridades electorales en Caracas, pero las fuerzas del orden establecieron un perímetro de seguridad alrededor del edificio. La policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
Estas manifestaciones se inscriben en un contexto de crisis económica persistente. Antes un rico productor petrolero, Venezuela ha visto su economía ser devastada por la caída del precio del petróleo. Los venezolanos están confrontados a cortes eléctricos diarios y a una escasez de ciertos productos en los estantes de los supermercados.
Un signo de la tensión existente es que una multitud saqueó a un mayorista de Maracay, en el oeste del país, después haber esperado en vano la venta de productos subvencionados por el estado.
Los venezolanos decepcionados frente a servicios públicos abiertos solo dos días por semana, manifiestan desde hace varios meses su descontento concentrando su exasperación contra el presidente Nicolás Maduro, elegido en 2013. Según un reciente sondeo, más de dos tercios de la población desea que renuncie y se organicen nuevas elecciones.
Radio Canadá/France-Presse/Associated Press
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