Muestras extraídas de la tierra devastada por el fuego en Fort McMurray revelaron niveles anormalmente altos de productos peligrosos, tales como benceno, tolueno y etilbenceno. Estas tasas superan los estándares establecidos por el gobierno de Alberta.
Las 85 muestras tomadas por la provincia presentaban todas niveles que excedían los límites establecidos. El benceno es particularmente peligroso porque es cancerígeno.
La provincia, sin embargo, dijo que esto era normal, ya que muchas casas contenían productos que se convierten en tóxicos al entrar en contacto con el fuego, como los neumáticos.
A modo de comparación, las muestras de los sitios de los bosques quemados no revelaron contaminantes.
La presencia de contaminantes es una de las razones por las que los residentes de los barrios Beacon Hill, de Abasand y de Waterways, los más afectados, todavía no fueron autorizados a regresar. Excepcionalmente, podrían volver para recuperar sus pertenencias.
La médica higienista en jefe de Alberta, la Dra. Karen Grimsrud, dijo en un comunicado que «a pesar de que otras áreas de la ciudad están cubiertas de cenizas, no todas son peligrosas.» En lo que respecta a los contaminantes, solamente los lugares destruidos completamente por el fuego deben ser evitados.
Según la Dra. Grimsrud, todos los barrios están listos para ser reintegrados, salvo los tres mencionados anteriormente.
Radio Canadá/CBC
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