Según la agencia estatal de noticias SANA, el presidente de Siria, Bashar al-Assad, pidió este miércoles a su ministro de electricidad, Emad Khamis, que forme un nuevo gabinete, sin dar mayores razones para la modificación del equipo gubernamental.
SANA no dio detalles sobre por qué Khamis reemplazaría a Wael al Halaki como primer ministro, o si Halaki sería incluido en el nuevo gabinete o si dejaría las funciones de gobierno. El mismo Halaki reemplazó a un primer ministro que después desertó a la oposición.
El Gobierno de Siria, con sede en Damasco, controla las principales ciudades en el occidente del país arrasado por la guerra, con excepción de Idlib, que se encuentra en manos de insurgentes, y de Alepo, donde las fuerzas gubernamentales controlan una mitad de la ciudad.
Las fuerzas kurdas dominan vastas áreas a lo largo de la frontera turca y el grupo religioso armado Estado Islámico controla las provincias de Raqqa y Deir a-Zor, en el este del país.
El pasado abril se llevaron a cabo unas elecciones parlamentarias en las áreas controladas por el gobierno. Para la oposición esa consulta no tiene ningún valor.
La guerra civil en Siria, que comenzó con una serie de manifestaciones pacíficas contra el gobierno de Assad, se encuentra en su sexto año. En este conflicto se han involucrado militarmente tanto potencias regionales como globales.
Esta guerra ha fomentado el crecimiento del grupo radical Estado Islámico.
Damasco formó un nuevo gobierno en 2012, pero su primer ministro en ese momento, Riad Hijab, huyó de Siria poco tiempo después. Hijab es ahora un destacado miembro de la principal organización de la oposición siria que asistió a las fallidas conversaciones de paz de este año.
Rusia, aliado de Assad, dijo la semana pasada que había propuestas estadounidenses para incorporar a parte de la oposición en el actual Gobierno sirio. Washington negó tal propuesta e insistió en que en Siria debe haber un cambio de régimen y que Assad debe dejar el poder.
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