Un programa piloto que el FBI desplegó desde el año 2013, y que engloba diversos estamentos gubernamentales de investigación en Estados Unidos, ha superado los 430 mil escaneos de iris en su búsqueda por luchar contra la delincuencia y el terrorismo. En los primeros meses del 2016, los responsables del proyecto informaron que habían logrado un promedio diario de aproximadamente 190 escaneos de ojos. Y como siempre, los críticos de este proyecto indican que este tipo de práctica queda fuera de los límites de privacidad que se requiere para este tipo de sistemas de recolección de datos.
EscucheSegún datos dados a conocer por el FBI, este programa llamado en sus comienzos “Next Generation Identification” o identificación de próxima generación, fue creado “para evaluar la tecnología frente a los desafíos clave y desarrollar un sistema capaz de realizar servicios de reconocimiento de imágenes del iris”.
El FBI dio a conocer algunas cifras, que fueron recogidas por el portal de internet “The Verge”. Esta fuente admitió que desde sus comienzos, en el 2013, el programa ya adquirió más de 434 mil imágenes del iris de detenidos o procesados. El portavoz del FBI confirmó que uno de los lugares que más actividad recoge en este “programa piloto” es el condado de San Bernardino, en California, donde se registró el tiroteo a fines del año 2015. En ese episodio, 14 personas perdieron la vida y al menos 21 más resultaron heridas.
Para poder crear una base de datos interesante y que se cuenten con una buena cantidad de escaneos, la “Oficina Federal de Investigaciones” firmó acuerdos de intercambio de información con diversos organismos, entre ellos, la policía fronteriza de Estados Unidos, el Pentágono, y diversos departamentos de policía locales. Hasta el momento, la mayor actividad y donde se ha desplegado este sistema de manera agresiva fue en California, seguida de cerca por Texas y Missouri, estados que comparten la base de datos para entrar y retirar información. La resultante de esta implementación es una base de datos biométrica nacional que amplía los límites tradicionales de lo que se entiende por “programa piloto”.
Nicole Ozer, directora de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), organización que se encarga de proteger los derechos de los inmigrantes y trabaja en contra de políticas gubernamentales consideradas injustas, opina que “el hecho de que estos sistemas han sido llevados adelante sin debate público o sin ningún tipo de supervisión lo convierte en muy preocupante”. Ozer comparó este proyecto con otros programas como el sitio de simulación de reconocimiento de células faciales, que también fue puesto en marcha por las políticas de estado estadounidense.
El escaneo del iris funciona mediante la recuperación de una imagen detallada de las crestas de la parte coloreada del ojo, que por lo general resulta gracias al uso de una fotografía infrarroja. Las crestas del ojo tienen un nivel de detalle extremo y resultan tan distintivas como una huella digital, con el agregado que el escaneo puede ser realizado mucho más rápido y sin contacto físico. Según los documentos de las actividades de dicho programa en California, la mayoría de las exploraciones y fotografías de la base de datos fueron realizadas en una fracción de segundo.
Según “The Verge”, el Gobierno de Estados Unidos desplegó por primera vez este tipo de tecnología en Irak. En este caso, los soldados usaban el escaneo de iris para realizar seguimiento a civiles locales autorizados a trabajar en las bases militares. Luego su uso se extendió a aeropuertos y sistemas de seguridad privada de diferentes tipos, pero se lo consideró demasiado oneroso y a la vez oscuro para ser desplegado en todos los departamentos de policía locales.
En el caso de California, todas las imágenes escaneadas son enviadas a la base de datos del FBI por intermedio del Departamento de Justicia de ese estado, que a su vez recibe información de tres condados: Los Ángeles, San Bernardino y Riverside.
Nicole Ozer estima que a medida que este programa va tomando amplitud y se expande a diversas agencias y policías del país, es imperioso poder controlar su ámbito de aplicación que hasta ahora brilla por su ausencia. Ozer estima que el problema real podría suscitarse cuando la aplicación sea a nivel nacional.
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