Un nuevo estudio dado a conocer por el Instituto para la Investigación y las Informaciones Socioeconómicas (IRIS), vuelve a fijar la atención en la situación poco satisfactoria que presenta la inserción social y laboral de los inmigrantes en la provincia de Quebec, en comparación con lo que ocurre en el resto de Canadá.
Según el trabajo llevado a cabo por Julia Posca, investigadora del IRIS, y que centra su atención en la órbita laboral, los inmigrantes radicados en la provincia de Quebec tienen un nivel de educación cada vez más elevado, no obstante lo cual resultan relegados a la hora de conseguir un empleo.
En efecto, los inmigrantes cuentan con una tasa de inserción laboral que se ubica en el 72 por ciento, respecto al 83 por ciento que consiguen los nativos quebequenses, aun cuando cuenten con los antecedentes, experiencia y formación requeridos para ocupar un puesto determinado.

Incongruencias y resultados
Recientemente nos hemos referido al hecho de que Quebec –y Canadá en general- elige a sus inmigrantes en base a sus calificaciones profesionales. Las líneas directivas de los diversos programas de inmigración vigente privilegian la entrega del derecho a inmigrar a los postulantes que cuentan con el perfil educativo y laboral adecuado a las necesidades del mercado local.
No obstante, según el documento elaborado por Posca, el 43 por ciento de los inmigrados están “sobrecalificados” en relación al cargo que ocupan, o dicho de otro modo, se les asignan empleos que no responden a su nivel de formación. Es verdad que esto no ocurre excluyentemente entre los inmigrantes, pero para el caso del resto de la población el guarismo se reduce al 29 por ciento.
Esta situación no sólo se convierte en terreno fértil para la generación de un sentimiento de frustración entre los inmigrantes, a la hora de ver sus capacidades reconocidas… La consecuencia más visible es la disparidad en los ingresos promedio, que equivalen sólo al 83 por ciento respecto a los salarios percibidos por los nativos. Al mismo tiempo, los “recién llegados” son más numerosos a la hora de ocupar empleos con bajos ingresos.

Las mujeres, peor
Qué inmigrante no ha escuchado críticas al machismo o, al menos, a las desigualdades de género existentes en su país de origen.
Quebec, provincia que ha sabido ser pionera en la búsqueda de igualdad entre hombres y mujeres en el sentido más amplio, parece haber hecho una lamentable excepción con las inmigrantes.
El documento difundido por IRIS señala que el 46 por ciento de las mujeres inmigrantes está sobrecalificado en relación con el empleo que ocupan, su salario llega a sólo el 89 por ciento del ganado por las pares nativas y sólo al 60 por ciento del cobrado por los hombres nacidos en Quebec.
Menos recursos
La actual administración liberal de Quebec se encuentra inmersa, desde su llegada al poder en 2014, en una política de austeridad económica que busca volver al equilibrio fiscal provincial.
Es con ese objetivo que el gobierno provincial ha implementado una ola de recortes presupuestarios que afectan también a la inmigración.
Los cursos destinados a los recién llegados fueron reducidos en los últimos tiempos en cerca del 25 por ciento. Se trata de sesiones en las que los inmigrantes reciben sus primeros consejos y orientaciones para poder sumarse a la nueva sociedad.
La situación choca con la intención declarada por las autoridades de favorecer la integración de los recién llegados, al tiempo que las demoras y trabas que siguen en pié para el reconocimiento de los títulos profesionales obtenidos en el exterior no hacen nada por dar respuesta a las necesidades de las empresas en materia de mano de obra calificada.
Fuente: IRIS

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