Trudeau ha tenido la famosa luna de miel con el electorado excepcionalmente extendida. Pero un año de luna de miel no puede durar ni dos ni tres años. Creo que pronto los canadienses van a empezar a hacer preguntas sobre lo que el gobierno va a hacer concretamente para que la economía salga finalmente de este pozo en el que estamos ya desde hace un tiempo.
-Víctor Armony, director de LIELA, Laboratorio interdisciplinario de estudios latinoamericanos, UQAM
EscucheLes prometió mucho a los canadienses, sobre todo restaurar un sueño, una idea de país. Diverso, igualitario. Donde se vive y se deja vivir.
Un año después de su elección, la popularidad de Justin Trudeau se mantiene intacta, y mejor aún que el 19 de octubre de 2015, ya que el 65% de la población aprueba su forma de gobernar. Incluso en Quebec, donde se tiende a ser más crítico con un primer ministro federal, obtiene 68% del apoyo.

Promesas cumplidas en el primer año
Una cuarta parte de un centenar de promesas del «programa positivo, ambicioso y esperanzador», anunciado durante la campaña electoral ya fueron cumplidas.
Un gabinete con 15 hombres y 15 mujeres.
Un primer presupuesto, donde propuso medidas fiscales progresivas: asignación por hijo, reducción de los impuestos para la clase media e incremento para los más ricos, programas de infraestructuras de 10 años , con un presupuesto de 120 mil millones de dólares canadienses, para reactivar una economía deprimida por la caída de los precios de las materias primas.

A nivel internacional, se comprometió a mejorar la imagen de su país, en gran medida empañada bajo la dirección del conservador Stephen Harper. «Canadá está de vuelta», dijo Trudeau poco después de su elección, haciendo hincapié en su deseo de ver a su país convertirse nuevamente en un miembro «activo y constructivo» de la ONU.
Lo demostró rápidamente: en la COP 21 en París a finales de 2015, indicó que Canadá ratificará el Acuerdo sobre la lucha contra el cambio climático. Prometió también acoger a 31.000 refugiados sirios en Canadá; retirar los cazabombarderos a Iraq. Y en agosto pasado, prometió un monto adicional de $ 450 millones para apoyar las misiones de paz de la ONU.
El sociólogo Víctor Armony recuerda que el anterior gobierno conservador de Stephen Harper tenía buenos resultados electorales, fue reelecto dos veces, contaba con cierto apoyo de la opinión pública en torno a la idea de una buena administración pública, de una gestión eficaz, competente. El líder mismo en sí no era alguien que inspiraba afecto, su carisma no era relevante mientras que con Trudeau es diferente.
A nivel internacional la imagen de estrella de rock, juvenil, de feminista como se define, es algo que los canadienses encuentran muy seductor en el discurso político, señala Armony. Uno podría decir no alcanza con los símbolos y los discursos y es totalmente cierto. En algunos momentos habrá que ver otros resultados. No ha habido problemas de corrupción, de incompetencia, ni escándalo. El gobierno Trudeau ha evitado ese tipo de situación y genera este buen ánimo.
¿Cuánto tiempo más puede durar la luna de miel de los canadienses con su primer ministro?

“Estamos conmemorando el año, celebrándolo por todo esto que mencionamos, el clima positivo que se ha vivido. Pero creo que estamos entrando en el invierno canadiense que lleva a veces a la reflexión, la introspección. Vamos a ver en los próximos meses también algunas temáticas que están presentes pero que no se resuelven concretamente. Las cuestiones ambientales y posibles contradicciones a nivel de la producción petrolera, la construcción de sistemas de distribución que pueden tener impacto en el medioambiente.
Están las cuestiones de la legalización de la marihuana, de la reforma electoral. Paquetes muy importantes que el gobierno hasta ahora, ha planteado, ha iniciado muchas consultas populares. Pero en algún momento, que serán en los próximos meses, los canadienses van a pedir resultados o por lo menos lineamientos más concretos. Y allí tal vez veamos que la luna de miel llega a su fin”.
Víctor Armony, director de LIELA y profesor de Sociología en la UQAM, explica también la importancia del multimillonario plan de inversión del gobierno en programas de infraestructuras. Esto y más en la entrevista con Leonora Chapman.
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