El sueño de los hombres de negocios y políticos de enviar humanos a Marte se ve ensombrecido por un nuevo estudio que advierte contra el daño cerebral permanente que podrían sufrir los astronautas después de una exposición prolongada a la radiación en el espacio.

Muchos son las investigaciones relacionadas con el espacio y los problemas que los astronautas deben enfrentar a nivel de sus cerebros.
La Universidad de Calgary, por ejemplo, estudiará los efectos de la ingravidez en los cerebros de los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional el próximo año.Más allá de las barreras tecnológicas y financieras de lo que puede significar la conquista de Marte,un nuevo estudio, publicado en la revista Scientific Reports, pone de relieve las consecuencias en la vida de los primeros humanos en pisar Marte a su regreso a la Tierra.
Más los seres humanos se alejan de la Tierra, más se exponen a los rayos cósmicos de la galaxia, que compuestos de partículas ionizadas, pueden penetrar tanto los satélites como los cuerpos.
«Estos rayos viajan en todas direcciones», advierte el profesor de oncología de radiación en la Facultad de Medicina de la Universidad de California, el Dr. Charles Limoli. Ellos atacan a las neuronas en la corteza prefrontal del cerebro que controla el comportamiento cognitivo, como la toma de decisiones.
«La exposición prolongada a estos rayos podría perjudicar la capacidad de los astronautas de realizar más de una tarea a la vez o de tomar decisiones rápidamente,» dice el Dr. Limoli.
Los análisis anteriores que se llevaron a cabo en ratas expuestas a dicha radiación durante más de seis semanas han demostrado de hecho un impacto en la función cognitiva, además de un mayor nivel de ansiedad.
Su estudio más reciente, donde los roedores fueron expuestos a partículas ionizadas de oxígeno y titanio en un laboratorio de la NASA, confirma los resultados anteriores. Seis meses después de ser expuestos, los ratones y las ratas sufren de daño neuronal.
¿Hay que poner fin al sueño del espacio?

Este descubrimiento no debe terminar con el sueño humano de ir a Marte, según Charles Limoli. «Hay que interesarse en nuevas formas de proteger a los astronautas contra los rayos cósmicos», dijo.
El día que se quiera viajar más lejos en el espacio llegará. La exposición a la radiación es una cuestión que debe resolverse para ese entonces.
-Charles Limoli, profesor de la Universidad de California
La masa es parte de la solución, dijo, para evitar que las partículas transportadas por los rayos penetren a través del transbordador espacial y las combinaciones hasta el cuerpo humano.
El costo que representa ese «escudo» sería astronómico, admite sin embargo, el profesor Limoli, pero crear un área protegida de la radiación es posible.
Los astronautas podrían también usar un casco para dormir con el fin de añadir una protección adicional. Los medicamentos además podrían ayudar a proteger el cerebro humano.
Estas soluciones no resuelven el problema a largo plazo, dijo Charles Limoli. «Tenemos que empezar a pensar ya más allá de Marte», dijo.
RCI/CBC/Radio Canadá
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