Respirar un producto en aerosol que sirve para limpiar y desempolvar los teclados de las computadoras puede ser muy peligroso. Los casos de jóvenes que inhalan este producto vendido aquí en Canadá bajo el nombre de Dust Off se multiplican y tanto las autoridades como el Centro Anti-veneno de Quebec ponen en alerta al público.
“El fenómeno parece estar en aumento, aunque no dispongamos de datos precisos sobre el tema todavía”, afirma la doctora Maude Saint-Onge, directora médica del Centro Anti-veneno de Quebec.
Los jóvenes respiran este producto, que contiene gas difluoretano, por su efecto euforizante. “Puede causar una alteración del estado de la conciencia, somnolencia, pero aumenta también los riesgos de problemas cardíacos y puede verdaderamente causar un paro cardíaco”, previene la doctora Saint-Onge.
Ella afirma que latas de este producto se encuentran regularmente en los alrededores de escuelas y centros de jóvenes. El Centro Anti-veneno responde a entre 40 y 50 casos de envenenamiento con este tipo de hidrocarburo anualmente.
En abril de 2015, un adolescente de 15 años perdió la vida después de haber inhalado este producto. Al lado de su cuerpo se encontró una lata de Dust Off.
El año pasado el juez de instrucción Luc Malouin recomendó al ministerio de Salud de Quebec, de tomar las medidas apropiadas para contrarrestar este problema. El ministerio de Salud emitió un primer comunicado en abril de 2015 después de la presentación de un informe.
Esta “moda” no debe ser tomada a la ligera, dijo el juez Malouin en entrevista con Radio Canadá. “A partir del momento en que un joven lo prueba, le habla a sus amigos y así la noticia se va regando sin darse cuenta hasta qué punto su consumo puede ser peligroso”, dice el juez de instrucción.
El producto es barato y disponible en venta libre. Prohibirlo no solucionará todos los problemas, porque el gas diflouretano se encuentra una multitud de productos, tales como los fijativos para los cabellos.
Un adolescente de Saint Eustache, una pequeña ciudad cercana a Montreal, fue encontrado inconsciente el año pasado después de haber inhalado un producto para limpiar manchas que contiene este gas.
Hay tantos productos que contienen este gas, que el juez Luc Malouin dice que prohibirlos es imposible y que hay que trabajar más en la sensibilización. Y de hecho, algunos comerciantes conservan ahora los productos que contienen el gas diflouretano en vitrinas detrás de los mostradores y fuera del alcance de todo el mundo.
RCI/Radio Canadá
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