Me gusta provocar a mis adversarios para ver cómo reaccionan. Si son débiles los aplasto. Si son fuertes, negocio.
– El arte de negociar, Donald Trump, 1987.
Si el liderazgo de Canadá y México lo decidieran, podrían tener una fuerza muy importante, juntos, para lograr un buen acuerdo en la renegociación del TLCAN.
– Julián Castro Rea, profesor de Ciencias Políticas en la universidad de Alberta
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El primer ministro Justin Trudeau se está preparando para reunirse esta semana con el presidente estadounidense Donald Trump, una visita destinada a destacar los profundos vínculos económicos y de seguridad entre los dos países.
Una reunión que conlleva también un riesgo político sustancial, dice un artículo publicado en CBC, el difusor público canadiense.
El primer ministro, dice CBC, quiere sentarse con Trump lo antes posible para explicar la importancia de la relación comercial transfronteriza evaluada en más de $ 660 mil millones anualmente y que tiene peso para los trabajadores estadounidenses.
Pero la economía es sólo uno de los temas que Trudeau necesita exponer antes de su primer encuentro cara a cara con Trump. La seguridad nacional y los valores son los otros grandes.
Por otro lado, funcionarios del gobierno de México le dijeron también a CBC que entienden que Canadá querrá defender sus propios intereses. Los diarios mexicanos han sido menos diplomáticos. «Canadá abandona México en las negociaciones del TLCAN» fue un titular en El Excelsior.
En este contexto, ¿qué opción tienen México y Canadá de hacer un frente común para presionar a Estados Unidos a considerar la importancia del TLCAN y del papel de México como socio?.
Según Julián Castro Rea, profesor de Ciencias Políticas en la universidad de Alberta, “la opción existirá siempre porque es un hecho que EEUU depende mucho más del apoyo de los recursos de los mercados canadienses y mexicanos de lo que lo reconocemos.
Gracias al TLCAN la integración de la economía norteamericana es mucho más grande de lo que nos damos cuenta. Las cadenas productivas, es decir la elaboración de distintos productos, sobre todo industriales, integran a plantas en los tres países, al punto de que la industria automotriz, antes de tener un producto terminado, las partes y los procesos de producción cruzan las fronteras varias veces antes de tener un producto terminado”.

Catro Rea señala otros factores a tener en cuenta en esta relación como la importante inversión extranjera que tiene EEUU en Canadá y en México así como el aporte importante de la mano de obra calificada, no calificada, profesional y manual que tanto Canadá y México dan a Estados Unidos.
Los últimos 10 días han mostrado cuán peligrosos serán los próximos cuatro años para Canadá y el mundo bajo el Presidente Trump. El liderazgo implica la protección de los valores canadienses al mismo tiempo que la protección de los empleos canadienses. Si Donald Trump ve a Canadá como un enemigo, lo atacará, dice un editorial del Globe and Mail de Toronto.
“A eso yo argumentaría que esa es una razón de más para aumentar la capacidad de influencia de Canadá mediante alianzas con otros países, sobre todo México. Y esta idea no es nueva.
En el período de la posguerra inmediata Canadá jugó un papel muy importante en la construcción del nuevo orden internacional gracias a su acción dentro de instituciones multilaterales, gracias a su capacidad de convencer, de crear equipos de países que pudieran trabajar por causas comunes.
Los analistas de esa época decían que Canadá podía jugar en otra categoría de países a pesar de no tener mucha población y no ser poderosos en otros aspectos, gracias a su capacidad de liderar alianzas internacionales, que podían hablar con voz más potente frente a Estados unidos”.
Para Castro Rea todo es una cuestión de liderazgo, de que Canadá y México se atrevan a desafiar juntos los desplantes de poder de Donald Trump, poniendo sobre la mesa todos los recursos de poder real y simbólico que tienen a la mano para lograr objetivos comunes.
“Pero me temo que esa no es la visión sobre todo del gobierno canadiense. México todavía recuerda al Canadá de hace veintitantos años, dirigido por Pierre Trudeau, quien tenía una visión mucho más nacionalista si se quiere, pero ciertamente mucho más solidaria, geoestratégica, y que por lo tanto tomaba más en cuenta el potencial de cooperación, de colaboración con México de lo que lo hace el liderazgo actual”.
Esto y mucho más en la entrevista que Julián Castro Rea le dio a Radio Canadá Internacional.
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