Como cada año, el rito de la marmota se repitió este 2 de febrero en Canadá, donde la aparición del simpático roedor indica, según la tradición, la llegada temprana de la primavera o la prolongación del invierno.
Si se trata de un método fiable para establecer el momento de cambio de estación, es materia de discusión. Pero este 2 de febrero un grupo nutrido de entusiastas y curiosos se volvió a reunir tanto en Ontario como en Nueva Escocia para observar la aparición de la marmota.

Los “entendidos” señalan que si el animal sale de su madriguera y permanece al exterior, eso predice una pronta llegada de la primavera, mientras que si se asusta, por haber visto su propia sombra y se vuelve a esconder, se trata de un preanuncio de invierno más extenso.
En esta ocasión, tanto Shubenacadie Sam en Nueva Escocia, como Wiarton Willie en Ontario, se comportaron de tal manera que motivaron gritos de algarabía entre los presentes.
La marmota neoescocesa fue la primera en emerger, poco después de las 8 de la mañana, sin ver su sombra. Eso llevó a los pronosticadores a afirmar que “pronto veremos los colores” de la vegetación, que brota con singular rapidez en todo Canadá apenas las temperaturas comienzan a templarse.

En Ontario, Wiarton Willie también pareció confirmar el pronóstico, aunque una sus colegas al sur de la frontera, en territorio estadounidense, donde el rito es también observado cada año, indicó que el invierno será más largo.
Punxsutawney Phil, en Pennsylvania, es tal vez la más famosa de estas criaturas, en las que las personas han depositado sus esperanzas de deshacerse de los rigores invernales, cuando estos ya comienzan a hacer mella en los ánimos.

La ciencia y el folklore
La tradición señala que la marmota, al salir de su madriguera, indica con su comportamiento cómo se desarrollará el clima en las semanas subsiguientes.
Si el animal no observa su sombra, lo que ocurre cuando el cielo está nublado, permanecerá al exterior, creyendo que el buen tiempo ya está llegando y que es hora de poner fin a su hibernación.

Por el contrario, en un día soleado, el roedor verá su sombra y asustado por la misma retornará a su escondite, dispuesto a dormir 6 semanas más, que es lo que tardará en llegar la primavera.
Pero ¿podemos en el siglo 21 dar crédito a las creencias folklóricas cuando hablamos de una ciencia como lo es el clima?
Un cielo despejado habla de un clima frío y seco, generado por un anticiclón en la región del Ártico, que puede leerse como indicativo de que el invierno está aún lejos de terminar. Del mismo modo, un cielo nublado se relaciona con una depresión que provoca el calentamiento del aire e incremento de la humedad, síntomas de que la primavera se avecina.
En consecuencia, sin contar con todos los recursos con los que trabajan en la actualidad los meteorólogos, las marmotas tienen buenas posibilidades de acertar en sus predicciones.

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