Trabajadores rurales, federaciones laborales y funcionarios públicos salieron a las calles en Brasil este miércoles en sendas manifestaciones para protestar contra el plan de reforma de pensiones del presidente Michel Temer, a quien consideran ilegítimo en el cargo.
Cientos de manifestantes ocuparon las instalaciones del Ministerio de Hacienda en Brasilia.
Las manifestaciones fueron convocadas por los frentes Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo, con el apoyo de las principales centrales sindicales brasileñas. Estas movilizaciones también son el inicio de una huelga general de los trabajadores de la educación pública.
Los servicios del metro y autobús se encontraban parcialmente interrumpidos en São Paulo y Río de Janeiro, las ciudades más pobladas del país, informaron medios locales. Manifestaciones en las calles del sector norte y oriente de São Paulo bloquearon el paso a cientos de conductores en varias grandes avenidas.
En Brasilia, organizaciones campesinas y grupos sin vivienda realizaron protestas en el Ministerio de Hacienda, dijo el Movimiento de Campesinos sin Tierra en un comunicado.
Los trabajadores del transporte público en Recife, Curitiba y Belo Horizonte también se encontraban en huelga, dijeron sus sindicatos.
La situación resalta la profunda división ideológica entre los brasileños, en momentos en que Temer intenta aplicar las reformas económicas de corte neoliberal más ambiciosa de Brasil en dos décadas.
Los líderes de la alianza de 22 partidos de Temer consideran que limitar los beneficios a las pensiones es un paso clave para sacar al país de su peor recesión de la historia.
La semana pasada, Temer reconoció que su Gobierno tendrá que negociar con el Congreso para lograr la aprobación de la reforma de pensiones, que busca aumentar la edad de jubilación y reducir beneficios para funcionarios públicos.
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