Símbolos de los bancos canadienses

Símbolos de los bancos canadienses
Photo Credit: Radio-Canada

Danza de los millones: cómo los bancos canadienses le sacan el jugo a sus clientes

En Canadá, en el 2016, entre salarios y compensaciones, el director ejecutivo del Bank of Montreal (BMO) amasó ingresos personales de unos 10.623.750 dólares. Su homólogo en el Bank of Nova Scotia (BNS) se enriqueció con 10.110.000 dólares, exactamente igual que el responsable del banco Toronto Dominion (TD).

El mejor pagado fue el director ejecutivo del Royal Bank Canada (RBC), que se benefició con la bonita suma de 11.521.000 dólares. El que menos recibió fue el director del Canadian Imperial Bank of Commerce (CIBC), quien tuvo que contentarse con un salario anual, incluyendo otros beneficios, de apenas 8.793.500 dólares. Tales fueron las ganancias anuales en 2016 de los responsables de los cinco bancos canadienses más grandes.

Esta cascada de millones de dólares de la cual se benefician cinco personas proviene en parte de los bolsillos de los ciudadanos canadienses, quienes a veces tienen que contar los centavos para llegar a fin de mes.

El secreto de semejante lucro se encuentra en la manera que tiene los bancos canadienses de aprovecharse de sus clientes.

Cortes de moneda canadiense
Cortes de moneda canadiense © ICI Radio-Canada / Britainy Robinson

Recientemente, varios consejeros financieros, que trabajan en estos bancos, han decidido sacar a la luz pública los tejemanejes del sistema bancario en Canadá. Para estos consejeros, una de las mayores fallas de este sistema son las legislaciones débiles que permiten a las instituciones financieras embolsillarse beneficios desmesurados a costa de sus clientes.

Básicamente todo lo que tienen que hacer los consejeros financieros en Canadá es recomendar productos financieros adecuados, pero no necesariamente adecuados a los intereses del cliente, sino a los del banco.

El equipo de investigaciones de la radio pública canadiense Go Public, o Sacando a la luz, tuvo que alterar las voces de sus fuentes informativas sobre el tema. Una de ellas es la voz de una gerente de servicios financieros del Banco de Montreal que renunció a su cargo en esta compañía.

Ella dice que el banco le exigía constantemente que coloque entre sus clientes los fondos de inversión administrados por el propio banco, cuyos costos de gestión eran altos, y esto aun cuando el cliente del Banco de Montreal no necesitaba ese tipo de producto financiero.

Servicios bancarios
Servicios bancarios © Radio-Canada

En otro testimonio sobre las formas que tienen los bancos canadienses de esquilmar a sus clientes, un ex consejero financiero del Banco de Nueva Escocia dice que su empresa le ordenó que ofrezca a sus clientes tasas hipotecarias que no eran las mejores entre lo que el banco ofrecía. La radio pública canadiense también tuvo que camuflar su voz para evitar represalias.

Una y otra vez los testimonios hechos a la radio pública CBC por parte de los consejeros financieros de las instituciones canadienses coincidían en denunciar que ellos no estaban trabajando en función de los intereses de los clientes, y que ninguna ley les obligaba a hacerlo.

Ermanno Pascutto es un abogado miembro del directorio de la Fundación canadiense para el avance de los derechos de los inversores con sede en Toronto. Él explica que el problema es el propio sistema financiero canadiense.

Su institución de defensa del consumidor de servicios financieros, Fair Canada, ha estado pidiendo al gobierno canadiense que establezca normas de defensa de los intereses de los usuarios de servicios bancarios, como las que ya existen en Gran Bretaña, Australia, y dentro de poco, la Unión Europea.


«Esas normas harán que los canadienses reciban finalmente los servicios financieros profesionales que creen que están recibiendo actualmente, y que son servicios que se merecen.»

Ermanno Pascutto, Fair Canada, Toronto.


La necesidad de una ley en Canadá que garantice los mejores intereses del cliente ha sido debatida desde hace años. La provincia de Ontario señaló recientemente que está de acuerdo con establecer ese tipo de legislación. Y por el contrario, las provincias de Columbia Británica, Alberta y Quebec sostienen que no hay problema con la situación actual y que el status quo se mantiene.

Fue el dramaturgo alemán Bertolt Brecht quien acuñó una frase demoledora y que para algunos canadienses no deja de ser cierta: “Robar un banco es un delito, pero más delito es fundarlo”. Los millones de dólares que los bancos canadienses les sacan a sus clientes parecen corroborar esta idea.

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Fuentes: CBC/RCI/FP

Categorías: Política
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