Ontario está llevando a cabo un proyecto piloto para asegurar un ingreso mínimo básico para 4000 personas.
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Ingreso mínimo garantizado para pobres en Ontario, un proyecto piloto

Miles de personas desfavorecidas en la provincia de Ontario podrían obtener un aumento de sus ingresos. Ellas serán parte de un proyecto en el que se les garantizará un ingreso básico de miles de dólares, y esto, sin responder a preguntas. Los programas de ingresos básicos se han considerado durante mucho tiempo como una forma más humana de combatir la pobreza y el desempleo. Esa idea no es de izquierda ni de derecha. Y los expertos afirman que es más relevante que nunca.

No es una suma extravagante. Para una persona asciende a 17 000 dólares al año. Pero ese monto puede hacer una diferencia real para alguien que está tratando de alcanzar una vida mejor.

-Kathleen Wynne, primera ministra de Ontario

La premier de la provincia de Ontario, Kathleen Wynne , anunció el proyecto piloto de ingresos básicos en la ciudad de Hamilton © CBC
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Se podría pensar que el proyecto piloto del gobierno liberal de Ontario de proporcionar un ingreso básico garantizado sería rotundamente rechazado por especialistas del derecho político y económico,  como otro sistema de bienestar social liderado por un gobierno y condenado al fracaso.

Pero esa política tiene adherentes entre algunos economistas de libre mercado y pensadores libertarios que creen que este tipo de programa es la forma más eficiente de prestar asistencia a los pobres.

Los economistas de libre mercado Milton Friedman y Friedrich Hayek ya habían apoyado la idea.

«Si usted acepta la idea de que va a haber algún tipo de redistribución que tiene lugar en nuestro sistema, entonces usted quiere hacerlo de la manera más transparente y eficiente posible», dijo Michael Tanner, un investigador del Cato Institute. «Y usted quiere que realmente beneficie a la gente.  Y nuestro actual sistema de bienestar no hace nada».

En Estados Unidos, todos los niveles de gobierno combinados gastan más de 1 billón de dólares al año en al menos 126 programas contra la pobreza, escribió Tanner en un artículo para el Instituto Cato en 2015. Sin embargo, estos programas no están ayudando a que los pobres salgan de la pobreza o se vuelvan autosuficientes».

«Gastamos mucho dinero y obtenemos muy poco a cambio», dijo.

Este lunes, la Premier de Ontario, Kathleen Wynne, anunció que la provincia está lanzando un proyecto piloto de tres años para proveer con ayuda a 4,000 residentes de bajos ingresos de las ciudades de Hamilton, Lindsay y Thunder Bay.

El proyecto de ingreso básico garantizado permitirá que una persona reciba 17 000 dólares al año y una pareja con un hijo, 34.000. © CBC

El sistema de bienestar actual en Ontario está diseñado para proveer alivio financiero a individuos de bajos ingresos, siempre que estén tratando de buscar trabajo o participen en actividades que les ayuden a encontrar un trabajo.

El objetivo es reducir el estigma de la ayuda social, animar a las personas a trabajar y aumentar la salud y la educación a largo plazo.

Esta idea ya se había aplicado en un proyecto piloto exitoso en la provincia de Manitoba en los años 1970.

Evelyn Forget es una investigadora de los ingresos básicos en la Universidad de Manitoba.

“Creo realmente que los trabajadores pobres se beneficias mucho de este tipo de programa. Muchos trabajan a tiempo parcial y que puedan utilizar este programa para obtener una cierta estabilidad, podría permitirles avanzar un poco e incluso desarrollar una carrera”.

El ex senador conservador Hugh Segal, dice que la ayuda financiera de este proyecto piloto tendría que garantizar “ciertos ingresos mínimos para todos».

Es una idea que, de alguna forma, fue defendida por el economista austríaco Friedrich Hayek, quien escribió sobre «la seguridad de un cierto ingreso mínimo para todos, o un tipo de piso por debajo del cual nadie necesita caer».

El economista de libre mercado Milton Friedman creía en una forma de ingreso básico garantizado. © (Eddie Adams / Associated Press)

El destacado economista de libre mercado Milton Friedman también apoyó un ingreso nacional garantizado – prefirió llamarlo un impuesto a la renta negativo, es decir, aquellos cuyos ingresos caen por debajo de cierto nivel recibirían beneficios en efectivo.

«Un impuesto a la renta negativo proporciona una reforma integral que haría de manera más eficiente y humanitaria lo que nuestro actual sistema de bienestar hace de manera ineficiente e inhumana», dijo.

Los de izquierda lo ven como un movimiento hacia una justicia social, escribió el científico conservador Charles Murray, un defensor de la política, en 2016. Pero sus partidarios libertarios, dijo, «lo ven como la manera menos perjudicial para el gobierno de transferir riqueza de algunos ciudadanos a otros».

Para los que apoyan el libre mercado, los ingresos básicos son preferibles a las medidas de intervención en el mercado, como las subidas de los salarios mínimos.

Interferir en el sistema de precios es sólo «una de las peores cosas que puedes hacer en una economía», dijo Matt Zwolinski, fundador y director del Centro de Ética, Economía y Políticas Públicas de la Universidad de San Diego.

«Si quieres ayudar a los pobres, entonces darles dinero en efectivo es simplemente una manera mucho más directa y efectiva de hacer eso que obligar a los empleadores a pagar a la gente más que el valor de mercado de su trabajo», dijo.

Los ingresos básicos también han sido aceptados por muchos líderes empresariales del Silicon Valley, que predicen que el aumento de la automatización y la inteligencia artificial eliminarán los empleos poco cualificados a un ritmo cada vez mayor. Por ejemplo, los vehículos auto dirigidos podrían costar millones de empleos para quienes ganan la vida transportando bienes o personas.

En esto hay coincidencia con la premier de Ontario, Kathleen Wynne. Ella dice que la mano de obra de Ontario se enfrenta a desafíos únicos de automatización y de comercio transfronterizo.

Estamos entrando en una era nueva de triunfo de la tecnología. Son tiempos de incertidumbre y cambio. En este contexto creo que el gobierno tiene la responsabilidad de responder”.

«El ingreso garantizado básico se encargaría de los sueldos poco calificados reemplazados por la tecnología de una manera que no limitaría la innovación y los avances en la informática y los robots», dijo Zwolinski.

Transición a un «mundo sin precedentes»

Murray manifestó su acuerdo, escribiendo que el ingreso básico garantizado «será una parte esencial de la transición a ese mundo sin precedentes».

«Podría presentarles a los más desfavorecidos entre nosotros un camino abierto hacia la clase media si ponen su mente en ello», escribió.

Y para algunos libertarios, que en general creen que el gobierno debe mantener su nariz fuera de las empresas privadas, un ingreso básico garantizado es preferible a otros regímenes de bienestar social.

«Cuando usted tiene programas de bienestar social que tienen requisitos de trabajo o que proporcionan beneficios en especie en lugar de dinero en efectivo, todo eso implica que el estado intenta tomar decisiones por las personas sobre lo que cree que es  mejor para ellas», dijo Zwolinski.

Pero es importante, dijo, no exagerar el entusiasmo que tienen los de la derecha por esta política.

«La mayoría de la gente de derecha, en general, todavía va a pensar en los programas de ingresos básicos como otro programa inflado del gobierno».

E incluso entre los partidarios, hay una advertencia importante: creen que esta política debe reemplazar los programas de bienestar existentes, y no ser adicional a los que ya están en el sistema.

Michael Tanner , del Instituto Cato, dice que es un *escéptico comprensivo* de la idea de un ingreso básico garantizado. © (Cato Institute)

Tanner dijo que es un «escéptico comprensivo» del ingreso básico. Mientras él piensa que filosóficamente el caso es fuerte, matemáticamente es difícil lograrlo.

«No se puede proporcionar un ingreso mínimo básico para todos».

El conservador David Frum, quien se opone al plan, dijo que el programa ignora algo más fundamental, que la gente necesita trabajo.

«Y no sólo por dinero, necesitan trabajo porque sin trabajo la vida no tiene un propósito».

Esta idea de la renta básica, dijo, es una idea de los economistas.

«Para un economista, un dólar es un dólar, como lo consigues no importa».

Dicho esto, hay otras experiencias parecidas y que parecen funcionar.

Finlandia ha puesto en marcha en enero un proyecto piloto para garantizar un ingreso mínimo a dos mil personas de entre 25 a 58 que estaban buscando trabajo. El Estado les paga un poco más de $ 800 por mes. Una suma que sustituye a todos los demás derechos a programas, con la excepción de los seguros de salud y asistencia para la vivienda. Una forma que podría permitir al gobierno de derecha reducir su gasto en políticas sociales.

«La izquierda quiere aliviar la carga de la pobreza, mientras que la derecha quiere reducir el papel y la participación del estado. Tienen objetivos muy diferentes,» dijo claramente Louis-Philippe Rochon, profesor de economía en la Universidad Laurentian, en una entrevista a Radio Canadá.

La premier Wynne dijo en conferencia de prensa esta semana que estará monitoreando de cerca el piloto, aunque no se comprometió a extender el programa una vez finalizados los tres años. Aunque el programa sea un éxito.

RCI/ L’heure du monde-Radio Canadá/ Mark Gollom-CBC

Categorías: Economía, Internet, ciencias y tecnologías, Política
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