Del 28 al 30 de abril pasado se llevó a cabo un encuentro en el que participó, entre otros, el ingeniero Raúl Molina Mejía para hacer una disertación sobre Guatemala veinte años después de la firma de los Acuerdos de Paz, en el Cegep de Saint-Jerome, provincia de Quebec.
La organización de esta conferencia fue una iniciativa de quebequenses que no han cesado de mostrarse solidarios con el pueblo de Guatemala a través de estos 20 años. Recordemos que el pasado 29 de diciembre de 2016 se cumplieron 20 años de la firma del Acuerdo de Paz firme y duradera.
EscucheCabe añadir aquí, que ese 29 de diciembre de 1996, los representantes de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, URNG, y el gobierno firmaron un acuerdo que puso fin a casi 40 años de un conflicto armado que dejó 200.000 muertos, 40.000 desaparecidos y casi millón y medio de desplazados, tanto al interior como al exterior del país.
Si tenemos en cuenta que la población de este país de Centroamérica era de unos 7 millones en esa época, los desplazados, que eran en su gran mayoría indígenas, representaban alrededor del 20% de la población del país.

“Si la parte programática del acuerdo final -el cese el fuego definitivo, la desmovilización de los rebeldes y de las milicias de autodefensa, la reducción de los efectivos militares y la desmilitarización de las fuerzas policiales- fue ampliamente respetada por las partes, las medidas más substanciales contenidas en más una decena de acuerdos sectoriales que hacían un llamado a una refundación del Estado guatemalteco y a la renegociación de las rupturas sociales y económicas que habían provocado y sostenido el conflicto durante tantos años, se quedaron en el papel”, escribe el historiador quebequense Marc Drouin.
Hubo algunos cambios, dice Raúl Molina Mejía, tales como el cese del terrorismo de Estado, ya que en aquellos tiempos la persecución principal de la gente provenía de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. “Lo cual permitía violaciones de derechos humanos en total impunidad, no había nadie que ni siquiera se preocupara de investigar lo que había ocurrido (…) La gente desaparecía, la mataban. Entonces ese elemento es el principal logro en una sociedad que estaba sujeta a ese terror ejercido por el Estado”, afirma Raúl Molina Mejía.
La idea de la conferencia en Quebec, era entonces de hacer un evento para conmemorar, “ya que lamentablemente hay poco que celebrar”, un esfuerzo que fue sumamente importante, como fue la firma de ese acuerdo de paz, nos dice Raúl Molina Mejía en entrevista. Pablo Gómez Barrios conversó con él.
EscucheEsta conferencia fue posible gracias a la organización no gubernamental Solidarité Laurentides Amérique Central, SLAM, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Internacionales y de la Francofonía de Quebec.
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