La SmartWheeler está equipada con láseres que miden objetos dentro de un rango de hasta 80 metros, lo que facilita al usuario y a la silla detectar obstáculos.
Photo Credit: McGill University / Escuela de Ciencias de la Computación

Llega la silla de ruedas inteligente de la Universidad McGill

La silla de ruedas del futuro ya está a nuestras puertas. Ella es «inteligente», capaz de llevar a una persona automáticamente de un punto a otro, evitando obstáculos en su camino.  Fue desarrollada en la Facultad de Informática de la Universidad McGill.

Alrededor de 3.8 millones de canadienses en edad de trabajar (de 15 a 64 años) se auto identificaron como discapacitados en 2012. Eso es casi el 14% de la población  o uno de cada diez. Algunos activistas de la discapacidad dicen que aquellos de nosotros que no somos discapacitados estamos simplemente «temporalmente bien físicamente», lo que significa que muchos de nosotros vamos a necesitar ayuda a medida que envejecemos. Esa asistencia tomará la forma de una silla de ruedas inteligente.

En la década de 1950, el inventor canadiense George Klein construyó la primera silla de ruedas eléctrica, considerada una de las mayores invenciones de la historia de la ciencia y la ingeniería canadienses. Esa silla es admirada en todo el mundo por mejorar la movilidad y la calidad de vida de las personas con problemas de movilidad.

Muchos consideran a George Klein (MechE 2T8) como uno de los inventores más prolíficos de Canadá del siglo XX. Más de 1.000 dispositivos noveles y útiles fueron moldeados por su imaginación. © Foto cortesía del Consejo Nacional de Investigación de Canadá.

Klein, junto con el Consejo Nacional de Investigación de Canadá (NRC), el Parapléjicos Canadiense y el Departamento de Asuntos de Veteranos de Canadá, trabajó para lograr esta hazaña. El Consejo Nacional de Investigación de Canadá ha patentado y puesto en libertad la silla de ruedas eléctrica Klein en 1955.

Esa silla está tomando ahora nuevas dimensiones.

El prototipo utiliza la robótica y la inteligencia artificial, los que le permiten aprender a una silla de ruedas movimientos que pueden ser aplicados por usuarios sin experiencia en programación.

El objetivo: automatizar tareas tales como entrar en un ascensor,  instalarse en una mesa o desplazarse de la  entrada de un edificio hacia una oficina.

En lugar de una programación manual, la silla de ruedas robótica aprende por sí misma a ir desde el punto A a un punto B. La silla mapea automáticamente su entorno.

Martin Gerdzhev es también estudiante graduado que trabaja en el Laboratorio de Aprendizaje y Razonamiento en Ciencias de la Computación de McGill. «La silla inteligente es una silla de ruedas autónoma similar al coche autodirigido», dice. «Originalmente la idea era construirla para ser conducida principalmente en interiores, pero decidimos hacer posible que la gente la conduzca dentro y fuera de las puertas, para que la gente pueda ir de compras o a la biblioteca, por dar algunos ejemplos.

Martin Gerdzhev es un estudiante graduado que trabaja en el Laboratorio de Aprendizaje y Razonamiento en Ciencias de la Computación

“Tenemos tres láseres instalados en nuestra silla que calibran objetos dentro de un rango de hasta 80 metros, para que el usuario y la silla puedan detectar fácilmente los obstáculos «, dice Gerdzhev. «Nos damos cuenta de que más y más personas van a necesitar este tipo de tecnología para poder funcionar y tener una vida, incluso si su movilidad se reduce».

Totalmente automatizada

Esta silla ayudará a las personas que utilizan sillas de ruedas motorizadas a navegar, sin controlar necesariamente.

Este tipo de silla podrá, de aquí a 5 años, ser utilizada en hogares de ancianos. El estudiante Alan Do-Omri la presentó en el 85º Congreso de ACFAS.

La automatización de ciertas actividades diarias de los pacientes permitiría a los empleados ocuparse de otras cosas y dejar la silla de ruedas moverse por sí misma.

–  Alan Do-Omri

También podría ser utilizada en museos, centros comerciales y universidades.

Alan-Do-Omri © CBC / Martin Thibault

La silla de ruedas que aprende

El movimiento autónomo de la silla es posible gracias a una combinación de estímulos visuales y el aprendizaje por demostración. La silla de ruedas es capaz de aprender tareas de navegación después de unas pocas demostraciones.

En la fase de aprendizaje, la silla inteligente crea una base de datos que contiene pares de imágenes y comandos.

En el momento de la fase de ejecución, compara las imágenes con el algoritmo K Nearest Neighbours (vecinos más próximos) un método de aprendizaje automático supervisado.

Además, sus creadores creen que esto le va a permitir también  desplazarse entre una multitud. Y eso no es todo.

Los expertos opinan que estas sillas de ruedas inteligentes serán de gran utilidad para las personas con deficiencias físicas, que no son capaces de conducir una silla de ruedas motorizada como por ejemplo, las personas que sufren de temblores,  de Parkinson y de la esclerosis en placa.

También podría ser muy útil para los que sufren de déficit cognitivos como la enfermedad de Alzheimer que se pueden perder sin saber dónde se encuentran. En ese caso la silla de ruedas inteligente sería capaz de encontrar el camino de regreso a su casa.

RCI/McGill/Radio Canadá

Categorías: Internet, ciencias y tecnologías
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