La falta de diálogo en Venezuela se debe, en buna medida, al intento de golpe de Estado de 2002, que mantuvo fuera del poder a Hugo Chávez por cerca de 48 horas, sostiene nuestro entrevistado.
Esa situación generó un quiebre entre oficialismo y oposición que hasta el día de hoy, 15 años después, no se ha podido enmendar.

El intento de conversaciones impulsado en el 2016, bajo auspicios del papa Francisco y del ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, fracasó rotundamente, aunque permitió que el gobierno contrarrestase la amenaza de un referendo revocatorio.
La postura actual de la fiscal general Luisa Ortega, históricamente allegada al movimiento bolivariano, no habla de una descomposición del chavismo, sino que es signo del surgimiento de voces críticas que rechazan el intento del actual mandatario, Nicolás Maduro, de concentrar poderes, incluso desandando el derrotero iniciado por su predecesor.

Nuestro entrevistado afirma que lo que se está descomponiendo en Venezuela no es el chavismo, sino la democracia.
Los graves incidentes registrados en la sede de la Asamblea Legislativa en Caracas el miércoles 5 de julio, se enmarcan dentro de las disputas entre el Ejecutivo y el Legislativo por ganar más poder.

La oposición busca llevar adelante un referendo consultivo, para oponerse a la Asamblea Constituyente con la que Maduro quiere reescribir la constitución, para luego llamar a elecciones que le darían un mandato renovado.
Ricardo Peñafiel, investigador y miembro fundador del GRIPAL, Grupo de Investigación sobre los Imaginarios Políticos en América Latina, habló con Luis Laborda sobre la situación en Venezuela.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.