En su campaña para lograr una “transición” en Venezuela, el gobierno del presidente Donald Trump decidió imponer sanciones contra 13 miembros del Gobierno venezolano, incluyendo a oficiales del ejército y ejecutivos de la empresa petrolera estatal PDVSA. Así lo informaron funcionarios estadounidenses.
Con estas medidas Washington busca aumentar la presión sobre el gobierno de Venezuela para que abandone sus planes de realizar una Asamblea Constituyente.
El pasado 20 de julio. El director de la CIA, Mike Pompeo, declaró que este organismo de inteligencia ve con optimismo la posibilidad de una “una transición en Venezuela”, añadiendo que mantuvo conversaciones sobre el tema con México y Colombia.
Estados Unidos decidió imponer las sanciones contra individuos con el argumento de “presuntos abusos contra los derechos humanos y corrupción”, salvando por ahora al país sudamericano de sanciones financieras o «sectoriales» más amplias contra su vital industria petrolera, aunque estas medidas están siendo consideradas.
La iniciativa está encaminada a mostrar al gobierno socialista en Venezuela que Trump está dispuesto a cumplir con su amenaza de imponer «acciones económicas fuertes y rápidas» si sigue adelante con sus planes de llevar a cabo este próximo domingo una votación destinada a establecer una Asamblea Constituyente que, según algunas voces de la oposición, aumentará el poder de Maduro, dijeron las fuentes.
La socióloga venezolana-canadiense María Paez Victor destacó que con Rex Tillerson, un ex ejecutivo de la petrolera Exxon Mobil a la cabeza del Departamento de Estado, lo que Estados Unidos busca es el control de las reservas petroleras de Venezuela.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitirá un anuncio de sanciones más tarde este miércoles, según los funcionarios estadounidenses.
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