Una ola de muertes por sobredosis de drogas se produjo durante el fin de semana en Toronto, la ciudad más populosa de Canadá, según informó la policía local.
El deceso de 4 personas y al menos 20 casos de intoxicación con estupefacientes fueron reportados en el centro de la ciudad, entre el jueves 27 y el domingo 30 de julio, lo que obligó a las autoridades a lanzar un alerta público.
La cifra es pequeña si se la compara con una situación similar producida en Vancouver, donde se reportaron al menos 25 casos mortales solamente en el mes de junio. La denominada “crisis de los opioides” fue responsable de 935 decesos el año último en Columbia Británica, la provincia más afectada por este tipo de situaciones.
El responsable de un centro de salud del sur de la ciudad dijo que es necesario que la opinión pública no se deje “engañar por los números”.
Jason Altenberg, director del programa sobre adicciones en el Toronto’s South Riverdale Community Health Centre, dijo que una comparación con la situación en Columbia Británica puede hacer que la gente no vea que en Toronto también existe una crisis por el abuso de drogas y sostuvo que las cifras registradas en la ciudad “son asombrosas”.
Según el funcionario, la cantidad de decesos registrados en las últimas dos semanas “debería ser considerada como una crisis de salud pública”.
En opinión de Altenberg, el hecho de que en Toronto no hay zonas en las que se registra una mayor concentración de pobreza que en otras, es una de las razones para que no se hayan alcanzado los niveles de mortalidad por sobredosis que sí se produjeron en Vancouver.
El alcalde de la ciudad, John Tory, difundió una declaración en la que expresó su preocupación por la crítica situación registrada el domingo.
Su administración había dado a conocer un plan de acción en marzo último. Tres centros de inyección segura serán inaugurados el otoño próximo y existen planes para expandir un plan provincial que tiene como objetivo proveer a las farmacias con nalaxone, un antídoto contra los opioides que puede ser utilizado para revertir los efectos de una sobredosis.
Sin embargo, algunas voces señalan la necesidad de ajustar el alcance de las medidas contenidas en ese plan, ya que las mismas habían sido definidas antes que se produjera la reciente crisis y los recursos previstos podrían resultar insuficientes.
Eileen de Villa, responsable del área de Salud de Toronto, declaró estar muy preocupada por la ola de casos de abuso de estupefacientes. “Desde 2004 se ha incrementado en 73 por ciento el número de muertes prevenibles debido a sobredosis de drogas”, sostuvo la funcionaria.
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