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Las nuevas tecnologías y el comercio al detalle

Las nuevas tecnologías están cambiando todo el comercio al detalle. Cada día compramos más por Internet. En lo que respecta a Quebec es 6% del consumo global y alrededor de 8% en el resto de Canadá pasa por la Web. Es decir que en la actualidad los quebequenses compran por cerca de $7.000 millones de dólares en la Web. El principal problema para el comercio local es que por lo menos la mitad de ese volumen de venta se hace a través de sitios estadounidenses. Algunos chinos, pero sobretodo estadounidenses.

El sitio Amazon controla la mitad de todas las ventas por Internet en Estados Unidos. Amazon es un gigante cuya capitalización es superior a la de las tiendas Walmart. Esta atracción por el comercio electrónico está causando la quiebra de comercios en las calles y en los grandes centros comerciales.

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En Quebec, en la actualidad hay 30% de los espacios comerciales sin alquilar en esos centros. Eso era previsible. En 2013, Jacques Nantel, profesor emérito en la Escuela de Altos Estudios Comerciales de Montreal, HEC, había publicado un artículo a ese respecto. El comercio electrónico está teniendo un gran impacto en el mercado inmobiliario comercial y sobre los comercios y los minoristas.

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Pero el impacto más pernicioso es sobre la fiscalidad, porque cuando la gente compra en Amazon o en cualquier otro sitio internacional, como Netflix o iTunes, no se pagan impuestos y la responsabilidad recae sobre los compradores que deberían en principio, pagar los impuestos a los gobiernos respectivos. Lo cual quiere decir que sobre los $7.000 millones de ventas, los gobiernos están perdiendo centenares de millones de dólares, dice Jacques Nantel.

Nosotros estimamos las pérdidas entre 250 y 400 millones de dólares anuales. Y yo diría que estamos más cerca de los 400 que de los 250 millones, solo para Quebec. Con esa suma se puede pagar el salario de 10.000 ayudantes enfermeras en los hospitales o se pueden construir dos escuelas por año. Y esos 400 millones son recurrentes, es decir 400 millones este año, el año próximo, etc. Que van a subir muy probablemente a 500 o 600 millones.
 

Cuando se habla de cifras como estas cabe preguntarse cómo es posible que los gobiernos no hayan intervenido todavía. Y no se está hablando aquí solo del gobierno de Quebec y de Canadá. Se está hablando de gobiernos de varios países occidentales como Australia y Nueva Zelanda y varios Estados estadounidenses, que nunca se imaginaron que el comercio electrónico iba a desarrollarse de esa forma. En 1989, dice Jacques Nantel, él escribió un artículo hablando de Internet y del daño que iba a causar en la venta del comercio al detalle. No solo nadie le creyó, sino que no sabían de qué estaba hablando.

Y ahora ya estamos viviendo el fenómeno, pero muchos estados no creyeron y no sabían qué hacer con “ese animalito”. Y se decían que quizá en el fondo, iva a afectar a 2 o 3% de las ventas y no vamos a cambiar todas nuestras leyes y nuestros reglamentos fiscales por eso. Ahora estamos viendo los efectos y todo el mundo “está apretando el botón pánico”.
© JOEL SAGET

Jacques Nantel dice que a nivel fiscal las soluciones no son simples. Existen tres soluciones si se quiere simplificar las cosas. La primera es la que está implantada en el momento, es decir, es el consumidor el que debe preocuparse por pagar sus impuestos.

De hecho en el sitio Internet del ministerio de Hacienda de Quebec hay ya un formulario que los usuarios puede descargar y llenar si quieren pagar sus impuestos, si compró artículos por Amazon, pero al parecer no es el formulario más descargado del sitio, dice Jacques Nantel.

La segunda solución es presionar todos juntos a Amazon e imponerle que ponga en sobres los impuestos que se debe pagar a los diferentes países, provincias o estados, poco importa. Entonces, cuando alguien compra algo en Internet, Amazon pone el dinero en un sobre y explica que es 9.95% para el gobierno de Quebec, pero hay que tener cuidado porque no todos los productos pagan impuestos. No creo que de la noche a la mañana, gigantes como Amazon hagan eso.
© VALERY HACHE

Y la tercera solución, parece ser la más viable e incluso algunos gobiernos comienzan a contemplarla y es de cuestionar la validez del impuesto al consumo. Hay otras maneras de tener una base fiscal. El impuesto al consumo es una y de hecho, aquí en Quebec pasó de 22% en 2002 a 18% en la actualidad. Y quizá, en un momento dado los gobiernos se van a decir que el impuesto al consumo no es la forma de funcionar en la era digital.  De hecho, los comerciantes comienzan a  denunciar el desequilibrio fiscal, porque deben pagar a sus empleados y pagar 15% de impuesto al valor agregado. Así por ejemplo si el comerciante vende una camisa y si Amazon la vende al mismo precio, de entrada tiene una desventaja de 15% de impuestos federal y provincial.

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Pero para restablecer el equilibrio fiscal hay solo dos formas de proceder: se imponen los impuestos al comercio electrónico internacional o simplemente se eliminan los impuestos completamente, concluye Jacques Nantel, profesor emérito en la Escuela de Altos Estudios Comerciales de Montreal, HEC.

Jacques Nantel fue entrevistado por Alain Gravel

Categorías: Economía, Internacional, Internet, ciencias y tecnologías
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