Hervé Fischer
Photo Credit: Radio Canadá

Derechos y Democracia a la sombra de la Revolución Digital

“Yo soy de los que cree que es necesario una mutación del cerebro para que estemos a la altura, desde el punto de vista “sabiduría”,  de la potencia digital que tenemos. Si no, nos vamos a destruir.

Es una verdadera revolución antropológica, mucho más que tecnológica, según el artista y filósofo canadiense, Hervé Fische. La llegada de Internet ha creado una conciencia planetaria en tiempo real, sin precedentes en la historia de la evolución, y la biología humana apenas puede contenerla. ¿Cuáles son los efectos de esta revolución digital sobre los ciudadanos?

Esta idea de que la revolución digital cambia substancialmente los datos, se da no solo técnicamente sino fundamentalmente en la manera de vivir en el mundo. Fischer escribe sobre esto desde hace muchos años, y se muestra súper entusiasmado y optimista a la idea de esta revolución digital aunque bastante inquieto también.

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Hervé Fischer, artista y filósofo canadiense © Radio-Canada / Olivier Lalande

Mi posición estuvo siempre entre fascinación y crítica. Fascinación porque se trata realmente de una revolución antropológica, mucho más que tecnológica. Es una revolución que cambia las cosas, más a o menos en todas nuestras actividades.

Hervé Fischer cree que la revolución digital es la más importante que ha tenido lugar desde el descubrimiento del fuego.

Pasamos de la edad del fuego a la de la información, dice Fischer. Es realmente un cambio de era en la historia de la humanidad. “La edad de fuego es la edad de la energía. El agua, el viento, la electricidad, el vapor hasta lo nuclear”.

Ahora estamos en otra era, donde la energía destruye a la  información. Hay cambio de paradigma.

Hoy el mundo nuclear destruye la información, destruye Radio Canadá, destruye a los medios. Se trata de parámetros totalmente nuevos frente a los cuales tenemos dificultades a adaptarnos porque es muy suave pero brutal al mismo tiempo. Ocurre en un período de media generación.

Q Todas las grandes revoluciones, incluso las consideradas muy rápidas en otros tiempos, se hacía sobre más de una generación. Nuestra biología, nuestra capacidad de adaptación sociológica se hacía sobre el tiempo. Hoy, ya no.

Tenemos hábitos que perduran, dice el filósofo,  tenemos dificultades. A pesar de la aceleración del tiempo tenemos dificultades incluso, en cambiar nuestras ideas. “Si comparamos la energía que tenemos en las manos, evidentemente ella cambia con lo nuclear. Pero durante milenios no hubo muchos cambios.  Hubo un cambio brutal a nivel demográfico, a inicios del siglo XX pasamos de un milenio y medio a nueve, ocho y medio”.

En lo concerniente al poder instrumental con lo digital ahora, ése se sale del marco.

Durante este tiempo no podemos decir que la madurez, la sabiduría humana, el cerebro, haya evolucionado mucho del hombre de Cromañón a Bush. La línea es bastante plana.

Globalmente hay un progreso, pero no es suficiente para dominar la energía nuclear, las manipulaciones genéticas, toda la potencia que tenemos en las manos. Eventualmente, afirma, vamos a golpear un muro.

Para que eso no suceda, es necesario que nuestra sabiduría humana,  colectivamente, evolucione.

“Yo soy de los que cree que es necesario una mutación del cerebro para que estemos a la altura, desde el punto de vista “sabiduría”,  de la potencia digital que tenemos. Si no, nos vamos a destruir.

Él le explica a Radio Canadá por qué un hombre necesita una mutación del cerebro para que su sabiduría sea igual a su poder.

¿En una escala simple, cuáles son esos cambios digitales que cambian los datos antropológicos?

El momento presente

«Estamos con un código binario – 1 o 0 – que es trivial, y sin embargo, este código binario crea la conciencia humana», explica. Todos los días tenemos una conciencia planetaria de lo que está sucediendo en nuestra Tierra. En todas partes y todo el tiempo. Esto nunca existió en la historia de la humanidad. Antes, todos estaban en su aldea. […] Escucho que hay una catástrofe humanitaria aquí; que hay un desastre natural allá. Tengo una emoción por eso. En el mundo digital, estamos en el evento y en lo emocional. Quiero reaccionar, quiero denunciar, quiero   ayudar… Aumento mi conciencia de lo que está sucediendo a escala planetaria, y eso nos vincula con la cuestión de los derechos humanos. »

El cambio en la concepción de los derechos humanos

Ética planetaria

El especialista es optimista sobre los efectos de esta revolución: «Ahora tenemos lo que yo llamo una ética global. Es universal porque se basa en los derechos fundamentales del ser humano – en la protección, en la salud, en la educación, en la seguridad pública. Cuanto más se viola la ética – porque se la viola constantemente – , más tenemos la sensación de que debemos intervenir colectivamente, hacer algo, hacer una contribución individual, y eso termina teniendo un efecto general. »

Hemos creado las Naciones Unidas. Decimos todos los días…es impotente, no podemos hacer nada, etc. Sin embargo seguimos creyendo en ella. Si no estuviera, caeríamos en un cinismo posmoderno, en la decadencia, en el apocalipsis final. Hay que darle un sentido a la vida. El sentido de la vida está ligado a la democracia. Y hoy, el sentido de la vida está ligado a la tecnología digital. Estamos en un humanismo tecno científico, digital.

Hervé Fischer participó en la plenaria titulada Derechos y Democracia a la sombra de la Revolución Digital, que se celebró el 18 de agosto en la Universidad de Quebec en Montreal.

La entrevista con Hervé Fischer es de Stéphan Bureau.

Categorías: Internet, ciencias y tecnologías, Sociedad
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