Un hombre considerado como una “leyenda viviente de la canción inuit”, que en la actualidad se encuentra gravemente enfermo, se vio obligado a pedir ayuda a través de los medios sociales para poder calefaccionar e iluminar su casa en el Nunavut.
La esposa de Charlie Panigoniak admitió que ella no sabía qué más hacer para poder salir de tal situación. Lorna Panigoniak lanzó después de Navidad una campaña de financiamiento social, para poder obtener los recursos que le permitan subsistir junto a su compañero de vida y de música.
El artista, de 72 años de edad, canta canciones que hablan de su pueblo y de su cultura en lengua inuktitut desde la década de 1970. Charlie Panigoniak aprendió a tocar la guitarra en Rankin Inlet, en el Nunavut, con un instrumento que su padre había fabricado a partir de una lata de conserva.

En 1967, durante una estadía en la localidad de Brandon, en la provincia de Manitoba, con el fin de seguir un tratamiento para su tuberculosis, se familiarizó con el mundo de los estilos musicales del country y el folk. Fue entonces cuando Panigoniak comenzó a describir la vida de los Inuit en lengua inuktitut y llevó a cabo su primera grabación en 1973.
Sus canciones han sido muy difundidas por diversas emisoras de radio y en los salones comunitarios del Gran Norte canadiense.
Pero esta “leyenda viviente” comenzó hace 10 años a padecer tanto la enfermedad de Parkinson como la demencia. Su esposa reconoció recientemente que la situación actual del artista no es buena.
Ambos viven de la pensión de ancianidad y del salario que Lorna ganaba hasta hace poco tiempo. Pero el puesto ocupado por la mujer fue transferido a otro sitio y ella consideró que la pareja no estaba en condiciones de mudarse. Contrariamente a la mayoría de los integrantes de su pueblo, los Panigoniak son propietarios de su vivienda, pero en la actualidad tienen problemas para pagar los costos que demanda la misma.

La pareja tiene 6 hijos, de los cuales 3 aún viven con ella.
Charlie ya rechazó ser llevado a un hospital en el sur de Canadá y prefiere permanecer en su hogar, sostuvo su mujer.
Lorna espera la llegada de un primer cheque del seguro de desempleo pero, mientras tanto, la pareja no cuenta con el dinero suficiente para pagar ni los insumos básicos, como el combustible necesario para calentar su morada.
Charlie y Lorna se niegan a pedir la ayuda de sus conocidos, que tienen sus propios problemas financieros, por lo que la mujer decidió recurrir a los medios sociales para pedir ayuda, a través del sitio GoFundMe.
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