Irán ha desarticulado los intentos de sus enemigos externos para convertir las protestas legítimas de la población en una insurgencia cuyo objetivo era derrocar el sistema islámico del país, declaró este martes el líder supremo Ali Jamenei.
Los comentarios del líder religioso en su cuenta de Twitter y en la prensa local destacan la confianza del gobierno en haber puesto fin a la inestabilidad que se extendió a más de 80 ciudades por las protestas, que comenzaron a fines de diciembre y dejaron al menos 20 muertos.
“Una vez más, la nación iraní le dice a Estados Unidos, a Gran Bretaña y a todos aquellos que buscan derrocar a la República Islámica de Irán desde el exterior que han fracasado y que volverán a fracasar en el futuro”, dijo Jamenei en Twitter.
La Guardia Revolucionaria, la fuerza militar leal a Jamenei, informó el domingo que los agentes de seguridad habían logrado controlar las protestas, en las que unas mil personas fueron arrestadas.
Jamenei destacó que las protestas, que comenzaron a causa de la crisis económica pero que rápidamente tomaron un ángulo político, fueron como “jugar con el fuego” pero sostuvo que los ciudadanos tenían el derecho a demostrar sus preocupaciones legítimas, una concesión inusual de parte de un líder que suele respaldar la represión de las fuerzas de seguridad.
“Debemos afrontar estas preocupaciones de la población. Debemos escucharlas y darles respuestas”, dijo el líder según la prensa local, señalando que el gobierno del presidente Hassan Rouhani y el liderazgo religioso iraní deben responder a las demandas de la ciudadanía.
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