Las autoridades españolas decidieron reforzar la vigilancia las fronteras para asegurarse que el líder independentista catalán Carles Puigdemont, quien se encuentra en el exilio en Bruselas, no regrese a Cataluña para asumir nuevamente la presidencia del parlamento regional, dijo el martes Juan Zoido, ministro del Interior de España.
En declaraciones en Copenhague, Puigdemont dijo que su regreso a Barcelona desde su exilio en Bruselas sería saludable para la democracia española, pero no aclaró si volvería a Cataluña o cuándo podría hacerlo.
Puigdemont señaló que podría gobernar la rica región española desde Bélgica, país donde buscó refugio en octubre tras la ola de represión lanzada por el gobierno del derechista Mariano Rajoy en reacción a la organización de un referéndum sobre la independencia de Cataluña, que el gobierno de España considera ilegal, y por una posterior declaración de independencia.
El gobierno español, que ha desmantelado el gobierno de la Generalitat y encarcelado a varios líderes catalanes para luego llamar a nuevas elecciones en diciembre donde volvieron a triunfar los partidos independentistas catalanes, sostiene que ninguna autoridad catalana puede ser investida o gobernar a distancia.
Independentistas catalanes piden la libertad de dos de sus líderes encarcelados, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez. Con los accesos al Parlamento bloqueados por la policía, las organizaciones independentistas catalanas se reunieron al exterior del edificio donde siguieron la primera sesión del Parlamento de Cataluña en una pantalla gigante. (Foto de Paco Freire/SOPA Imágenes/Imágenes/LightRocket vía Getty Images)
Carles Puigdemont informó en una conferencia de prensa en la capital danesa que una gran mayoría del parlamento catalán apoyaba su investidura como presidente de la región después de la elección realizada diciembre.
“Mi regreso a Barcelona será una buena noticia para el pueblo catalán y para la democracia española. Significaría un paso adelante para restaurar la situación democrática”, dijo Puigdemont, que no dijo exactamente cuándo planeaba regresar a España.
En Madrid, el ministro del Interior, Juan Zoido, dijo que las autoridades españolas estaban preocupadas ante la posibilidad de que el político de 55 años, que enfrenta un posible arresto si regresa a España, pueda intentar discretamente volver al Parlamento en Barcelona para una votación sobre su nueva investidura.
“Puigdemont está instalado en una conducta de irresponsabilidad que está llegando a unos límites insospechados (…) Vamos a procurar que no pueda entrar a España ni en el maletero del coche”, dijo Zoido a Antena 3 TV.
Los legisladores catalanes votarán la investidura de Puigdemont antes del 31 de enero.
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