Alquilar es casi una misión imposible para muchos canadienses. AP Photo/Paul Sakuma.

Un sindicato para defender a inquilinos en Vancouver

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El aumento del precio de los inmuebles en numerosas ciudades de Canadá ha merecido la atención de autoridades, empresarios y organizaciones civiles.

En algunos casos, los valores alcanzados por la vivienda, tanto la destinada a la compra-venta como al alquiler, dejan a una parte importante de la población canadiense en situación comprometida para acceder a un techo, ante las dificultades o la imposibilidad de pagar los costos.

Vancouver, en el oeste del país, no escapa a dicha situación.  Por el contrario, la ciudad es uno de los mercados que han registrado los aumentos de precios más pronunciados, lo que llevó a las autoridades a buscar ponerles un freno, como lo ocurrido con un impuesto aprobado en 2016 que puso ralentizó a la compra de inmuebles por parte de no residentes.

En la última primavera, quedó conformado en la ciudad un Sindicato de Inquilinos, cuyo objetivo es hacer frente a la complicada situación de muchas personas frente al aumento de los precios, los desalojos y la escases de unidades.

En poco tiempo la entidad sumó cerca de 1.000 adherentes, quienes no sólo buscan contar con una herramienta que los represente y defienda contra la voracidad del mercado, sino que también se propone poner límites a la actitud arbitraria de algunos propietarios, quienes no realizan las reparaciones y mantenimiento necesarios en sus bienes, asegurando la condiciones de habitabilidad para sus ocupantes.

La inusual cantidad de construcciones en Vancouver en los últmos años fue alentada, en parte, por el mercado especulativo. THE CANADIAN PRESS/Darryl Dyck

En tal sentido, el Sindicato se presenta como una herramienta para educar a los locatarios en torno a sus derechos, al tiempo que les ofrece soporte práctico y emocional, ante los abusos a los que se ven sometidos a pesar de las normas vigentes, que deberían brindarles mejor protección.

En base a las estimaciones más recientes, cerca de la mitad de la población de Vancouver habita en viviendas alquiladas.  Según el censo nacional llevado a cabo en Canadá en 2016, el 43 por ciento de los locadores destina el 30 por ciento o más de sus ingresos a pagar los costos de su hogar en el área metropolitana, que incluye a Vancouver propiamente dicho, Richmond, Surrey, Vancouver Norte y Langley.

Según estimaciones de entidades no gubernamentales, en el caso de las personas menos favorecidas, cerca del 50 por ciento de los ingresos se destinan a la vivienda.

Dueños abusivos

Como las leyes vigentes en Columbia Británica ponen un límite a los incrementos de los contratos de alquiler en curso, muchos propietarios alegan que lo que perciben como pago por parte de sus locadores no alcanza a cubrir los costos de la vivienda o a dejarles un margen de ganancia suficiente.

Alquilar en condominios es, muchas veces, la única opción para quienes no cuentan con los recursos para la vivienda propia. THE CANADIAN PRESS/Darryl Dyck

En muchos casos se llega a una situación en las que los propietarios se valen de tal argumento para no llevar a cabo las reparaciones necesarias para mantener el buen estado de los inmuebles. Se trata de un recurso al que apelan dueños poco escrupulosos, con el objetivo de lograr que sus inquilinos abandonen la propiedad.  Eso les permite, tras los arreglos debidos, duplicar o incluso triplicar el valor del alquiler para los nuevos contratos.

El Sindicato de Inquilinos ha hecho de esta situación uno de sus principales ejes de acción, ayudando a las víctimas en sus reclamos administrativos y judiciales y, en muchos casos, obteniendo que sus afiliados logren resistir el desalojo y permanecer en las viviendas que ya ocupan.

Fallas y desconocimiento

Del otro lado, también es necesario recordar que la mayoría de los propietarios cumple con los dictados de las normas y del sentido común.

Se trata, además, de personas que dependen del alquiler que genera su propiedad para asegurar los ingresos que necesitan para su propia subsistencia.

Pero en otros casos, los propietarios son personas que adquieren inmuebles como inversión y deciden ofrecerlos en alquiler sin conocer ni respetar las normas que rigen el mercado inmobiliario.

Al respecto, un grupo de expertos reunidos en la entidad LandlordBC lanzó el año último un registro de propietarios, ofreciendo a los mismos asesoramiento e información en torno a la normativa del sector.

La construcción de viviendas a precios accesibles es cada vez más rara en Columbia Británica. THE CANADIAN PRESS/Jonathan Hayward

Los expertos señalan que es a partir de la expansión del número dueños-inversionistas, cuyo único objetivo es hacerse con la renta generada por sus unidades, que el mercado comenzó a salirse de su cauce, dando lugar a situaciones de abuso.

Incluso la actual administración provincial tomó cartas en el asunto y en los últimos introdujo cambios en la legislación, en un intento por eliminar lagunas legales que facilitaban prácticas irregulares.

Reclamo

El Sindicato de Inquilinos de Vancouver reclamó el congelamiento de los incrementos del precio de las viviendas de alquiler y pidió mayores controles para los contratos a largo plazo, que impidan aumentos desmesurados a los que los inquilinos no pueden hacer frente.

Según la Sociedad Canadiense de Hipotecas y Vivienda, el costo del alquiler siguió su aumento en el transcurso de 2017. Por ejemplo, en la localidad de  Kelowna, Columbia Británica, el alquiler promedio se ubicó en 1.045 dólares canadienses, lo que representa una suba del 8,6 por ciento respecto de 2016.

Categorías: Economía, Sociedad
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