Un vuelo con destino a Vancouver se retrasó cerca de dos horas el jueves después de que el teléfono celular de un pasajero se incendió mientras el avión aún estaba en la puerta del Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto.
Alrededor de las 7 a.m., el vuelo 101 de Air Canada estaba por despegar cuando el teléfono de un pasajero «comenzó a arder», dijo el portavoz de Air Canada Peter Fitzpatrick a CBC Toronto.
«El fuego fue extinguido inmediatamente por la tripulación y no hubo daños en el avión».
El dueño del teléfono resultó herido y fue atendido por paramédicos. El pasajero pudo bajarse del avión, dijo Fitzpatrick.
Los paramédicos dijeron que trataron a un paciente por quemaduras en una mano y transportaron al paciente al cercano Etobicoke General Hospital.
La policía confirmó que se trataba de un teléfono LG que se incendió.

Wikimedia Commons
Un portavoz de Transport Canada le dijo a CBC que la agencia federal está al tanto del incidente.
«La aeronave no sufrió daños ya que la tripulación pudo extinguir el fuego rápidamente. Una vez que el incendio se extinguió, los paramédicos ayudaron al pasajero en posesión del teléfono celular, quien sufrió quemaduras en las manos», se lee en el comunicado.
Si bien el incendio fue «contenido», dijo Fitzpatrick, a los pasajeros sentados en las cercanías se les pidió que se desplazaran para que los residuos del extintor pudieran limpiarse.
Un video publicado en las redes sociales por el pasajero Brandon Scott muestra a los bomberos caminando por el pasillo hacia la parte trasera del avión. Se pueden ver varios extintores en uno de los asientos.
Un momento de verdadera preocupación
Joe Cressy, un concejal de la ciudad de Toronto, fue uno de los pasajeros en el vuelo y describió haber escuchado gritos a bordo antes de ver humo en la cabina.
«Cada vez que estás en un avión y miras detrás de ti y hay humo y gritos, hay un momento de verdadera preocupación y miedo», dijo Cressy. «Pero francamente, gracias a la respuesta excepcionalmente profesional del personal de Air Canada, esa preocupación desapareció y estuvimos en el aire en dos horas».
«Si esto hubiera sucedido mientras estábamos en pleno vuelo, sería una sensación muy diferente», dijo Cressy. «Pero el hecho de que estábamos en el asfalto alivió la situación hasta cierto punto».
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