Los autobuses para transportar a los rebeldes sirios desde el enclave en el que se rindieron llegaron el jueves a Damasco, pero algunos combatientes continuaron luchando en otra zona sitiada cerca de Homs, a pesar de haber acordado abandonar el área, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Combatientes rebeldes todavía controlan dos amplias zonas al noroeste y suroeste, en las fronteras de Siria con otros países. Ninguna de las dos áreas se encuentra asediada por el ejército sirio. Sin embargo, el presidente Bashar al Assad ha instado a recuperar otras dos zonas tomadas por los rebeldes que se hallan rodeadas por territorio controlado por el gobierno.
La televisión estatal siria difundió imágenes de la llegada de los autobuses a Beit Sahm, circulando por las estrechas calles rodeadas de soldados y edificios derruidos por la guerra.
La televisión informó que se estima que unos 5.000 combatientes y sus familiares abandonarán las zonas que se hallaban bajo control de la oposición antes de su rendición al norte de Siria, siguiendo el ejemplo de un grupo previo que partió del enclave el pasado lunes.
Los combatientes del Estado Islámico que controlan otra parte del mismo enclave todavía continúan luchando después de semanas de intensos bombardeos en el área de Al Hajar al Aswad y el campamento de refugiados palestinos de Yarmuk.
Este miércoles, los rebeldes que se hallaban en la mayor área sitiada, ubicada entre las ciudades de Hama y Homs, alrededor de las ciudades de Rastan, Talbiseh y Houla, también aceptaron su rendición.
Sin embargo, algunos de ellos rechazaron ese acuerdo y bombardearon zonas controladas por el gobierno el miércoles y la mañana del jueves, dijo el OSDH.
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