El uso de armas parece estar volviéndose frecuente en Toronto. REUTERS/Chris Helgren.

Violencia armada en Toronto: una tragedia que se podría evitar

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“Si la actual tendencia continúa, Toronto terminará el año con una tasa de homicidios per cápita más alta que la ciudad de Nueva York. Eso sería una desgracia para la ciudad, que se sumaría al número horrible de tragedias evitables…”.

La sentencia pertenece a un documento que acaba de hacer público Irvin Waller, experto en violencia y criminología.

La policía de Toronto, donde un nuevo ataque que involucra a las armas de fuego acaba de sacudir a la opinión pública, informó que la urbe vive una seguidilla de violencia, con 220 hechos contabilizados, que en lo que va del año ha dejado decenas muertos.

En 2017, por cada 100.000 habitantes, Nueva York registró una tasa de homicidios de 3,4 por ciento. El segundo triste lugar lo ocupó Toronto, con 2,4 por ciento. Más atrás quedaron la ciudad escocesa de Glasgow con 2 por ciento y Londres con 1,2 por ciento.

Mejorar los mecanismos de prevención podría evitar nuevas tragedias. REUTERS/Chris Helgren.

Frente a la crudeza de los datos, cabe preguntarse si las autoridades y la sociedad están haciendo lo suficiente para contrarrestar la situación.

En el caso de la balacera ocurrida el lunes 23 de julio, en la que murieron tres personas, incluido el agresor, y 13 resultaron heridas, sorprendió el hecho de que el perpetrador fuese alguien con trastornos psíquicos de larga data.

Al respecto, Waller dice que hay que incrementar y mejorar los servicios de tratamiento de los problemas que aquejan a la salud mental de la población.

El especialista sostiene que en este momento existe un número importante de personas que no logra acceder a la atención adecuada para sus problemas mentales.

Tal situación podría constituir un factor que atentara contra la prevención de actos de violencia en general y de la que se ejerce con la concurrencia de armas de fuego en particular.

¿Toronto se encamina tras los pasos violentos de Nueva York? Foto: iStock.

Pero lo que llama la atención, y constituye un dato novedoso, es que las pandillas delictivas en Canadá, que antes obtenían sus armas mediante el contrabando proveniente de Estados Unidos, ahora las consiguen en una suerte de “mercado negro” local, a partir de propietarios legales de las mismas, que se las venden a cambio de una ganancia suntuosa e instantánea.

Consultado sobre si habría que endurecer las normas que rigen en el país la venta de armas por parte de particulares, la respuesta de Waller desde el otro lado de la línea telefónica fue lacónica: “eso es muy fácil de decir, pero difícil de realizar”.

En sus posturas como estudioso del tema, Waller se ha manifestado desde hace tiempo a favor de políticas de prevención que ya han demostrado ser efectivas en lugares como Glasgow, Escocia.

Irvin Waller, profesor de la Universidad de Ottawa y experto en violencia y criminología, nos brinda más detalles en diálogo con Luis Laborda.

Categorías: Política, Sociedad
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