Exactamente dos siglos después de su descubrimiento por el Dr. James Parkinson, a la enfermedad que lleva su nombre se la comprende mejor que nunca desde un punto de vista genético gracias a los avances de los últimos años, dice el neurólogo Sylvain Chouinard, codirector de la Unidad de trastornos del movimiento del Centro hospitalario de la Universidad de Montreal.
Pero la genética no es todo. «Cuando anunciamos un diagnóstico, todavía hay un grado de incertidumbre, porque no contamos con buenas herramientas o marcadores biológicos para detectar el Parkinson, aun en 2017”, dijo el especialista canadiense a Radio Canadá. ¿Y qué decir de los medicamentos? ¿Hasta qué punto son fiables?
Un equipo de investigadores internacionales llevó a cabo un estudio sobre Párkinson y los efectos de medicamentos con 411 pacientes franceses a lo que siguieron durante varios años.
¿Su conclusión?
Algunos tratamientos para el Parkinson tienen un lado oscuro: la aparición de la impulsividad que desencadena trastornos de la alimentación, la hiperactividad sexual, los antojos o la adicción al juego y que sería más común de lo que pensábamos, según un estudio publicado recientemente.
Trastornos para controlar los impulsos
En un periodo de cinco años, estos «problemas de control de impulsos» afectaron a casi la mitad (46%) de los tratados con «agonistas dopaminérgicos», unos medicamentos sintéticos que imitan la acción de la dopamina, un neurotransmisor.
Son personas que se arruinarán en el casino, se levantarán por la noche para vaciar el refrigerador o tendrán una sexualidad desbordante. Por ejemplo, serán arrestadas por exhibicionismo o habrá divorcio porque han multiplicado las conquistas,
-Dr. Jean-Christophe Corvol.
Comenzarán a comprar autos de lujo. Un paciente que tenía mucho dinero dijo que compró un Porsche, y su esposa lo corrigió: No, compraste cuatro de una sola vez, dice el Dr. Jean-Christophe Corvol.
El estudio muestra que estos efectos secundarios aumentan con la dosis y la duración del tratamiento con agonistas dopaminérgicos. «Y si detenemos el tratamiento, ellos desaparecen en un año como máximo «, dijo el Dr. Corvol.
La aparición de estos trastornos ya se describió en la investigación.
Según los autores, investigadores del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM) y la Universidad de la Sorbona, el conocimiento de estos trastornos debería alentar a los médicos a prevenir a los pacientes y sus familias.
El entorno familiar no se da cuenta al principio, mientras que cuando uno advierte a la pareja, por ejemplo, empieza una vigilancia.
-Dr. Jean-Christophe Corvol
También evoca a pacientes para quienes el tratamiento ha multiplicado por diez la creatividad artística o literaria.
La enfermedad de Parkinson, que afecta a unas diez millones de personas en el mundo, principalmente ancianos, se manifiesta por síntomas motores (temblores, lentitud y rigidez) debido a la pérdida de neuronas que secretan dopamina.
La enfermedad de Parkinson es causada por una deficiencia de dopamina, un neurotransmisor. Además de un temblor particular que ocurre cuando las extremidades están en reposo, este trastorno se caracteriza por muchos síntomas no motores, como problemas de memoria y de sueño, así como por la presión arterial.
El estudio fue publicado en la revista estadounidense Neurology.
Radio Canadá/ Agence France-Presse
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