Tras las recientes decisiones judiciales en torno a las candidaturas presidenciales en Brasil, el diputado de extrema derecha Jair Bolsonaro aparece al frente de los sondeos para imponerse en los comicios de octubre próximo.
Así lo sostiene un reciente sondeo de opinión en la principal economía de América Latina, llevado a cabo tras el fallo judicial que anuló la candidatura del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, hasta ese momento el favorito en las encuestas.
Bolsonaro es conocido en la escena política brasileña por su constante reivindicación de la dictadura militar que acaparó el poder entre 1964 y 1985, además de sus tendencias racistas y ataques a las comunidades involucradas en la diversidad sexual.
La militante ecologísta Marina Silva, segunda en los sondeos. REUTERS/Ueslei Marcelino.
El ex militar marcha primero en los sondeos más recientes, que lo ubican con el 22 por ciento de la intención de voto, superando largamente a la ecologista Marina Silva, que obtiene 12 por ciento, y Ciro Gomes, de centro derecha, que llega al 9 por ciento.
Más atrás se ubica Geraldo Alckmin, favorito del sector empresarial, que logra sólo 7 por ciento de las preferencias. De todos modos, su candidatura pende de un hilo, ante el pedido de la fiscalía federal de retirarle sus derechos políticos, por cargos de corrupción.
La fila es cerrada por Fernando Haddad, compañero de fórmula de Lula da Silva por el Partido de los Trabajadores, que reúne 7 por ciento de las preferencias.
Bolsonaro es una figura que suscita rechazo en buena parte de la sociedad brasileña, sobre todo entre las mujeres, con el 44 por ciento de las encuestadas pronunciándose en contra de su postulación.
De todos modos, y siempre según las encuestas, el comportamiento de los votantes cambiaría radicalmente con vistas a una segunda vuelta.
El reemplazo de Lula no despierta el interés de los votantes. REUTERS/Rodolfo Buhrer.
Según el Instituto Ibope, en caso que ningún candidato logre el piso mínimo para imponerse en la primera votación, como todo parece indicar que ocurrirá, Bolsonaro sería superado por casi todos los otros postulantes.
Sólo Haddad, que reemplazaría a Lula si este quedase definitivamente fuera de competencia, no conseguiría superar al derechista.
Lula, encarcelado desde abril último bajo el cargo de corrupción, se hallaba a la cabeza de las preferencias cuando la justicia dictó que no podría ser candidato. El ex mandatario obtenía el 38 por ciento del favor del electorado, ubicándose muy por delante de Bolsonaro, que en ese momento obtenía el 18 por ciento de la intención de voto.
La justicia falló el 1 de septiembre en contra de la candidatura de Lula y otorgó plazo hasta el 12 de septiembre para que el Partido de los Trabajadores presente a un reemplazante. Si tal disposición no es satisfecha, el PT podría quedar excluido de la votación presidencial, que está prevista para el 7 de octubre.
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