Los plásticos se han convertido en una verdadero amenaza para el ecosistema. Foto: iStock.

Canadá quiere terminar con los plásticos en los océanos

La reunión de ministros de Medioambiente del G7, esta semana en Halifax, servirá de trampolín para que Canadá impulse su propuesta para contrarrestar la contaminación con plástico que padecen los océanos.

Canadá quiere aumentar el respaldo a la iniciativa, que fue firmada en junio último por otros 4 países integrantes del grupo, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, además de contar con el apoyo de la Unión Europea.

Tanto Estados Unidos como Japón no se han sumado aún a la propuesta.

Las autoridades canadienses tienen la intención de llevar la iniciativa, conocida como Carta Sobre el Plástico en los Océanos, a la Asamblea General de Naciones Unidas, con el objetivo de ampliar el respaldo a la misma.

Los océanos son uno de los sitios más dañados por la presencia de deshechos plásticos. Foto: iStock.

La carta reconoce el rol que ha jugado el plástico y su industria en facilitar la vida de las personas, mediante la provisión de numerosos productos, pero alerta sobre la presencia sobredimensionada de desperdicios de ese material en la naturaleza, principalmente en aguas oceánicas, y llama a iniciar acciones urgentes para revertir el daño ya producido y prevenir mayores consecuencias, entre las que se encuentra el riesgo para las especies marinas que consumen esos desechos.

Objetivos

Entre otras medidas, la propuesta llama a:

  • Alentar a la industria a producir 100 por ciento de plásticos reutilizables hacia 2030.
  • Reducir de manera importante el uso de plásticos y, cuando sea posible, suplantarlos con productos fabricados en otros materiales menos contaminantes.
  • Incrementar al 50 por ciento el uso de sustancias reciclables en la producción del plástico.
  • Apoyar y alentar los mercados secundarios del plástico, para reutilización y reciclado de ese material.
  • Eliminar el uso de “microperlas” plásticas en los productos de uso cosmético y de higiene personal.
  • Reciclar y reutilizar al menos el 55 por ciento de los embalajes plásticos hacia el año 2030 y el 100 por ciento hacia el 2040.
  • Promover el rol de la mujer y los jóvenes en tanto que promotores de prácticas de consumo y producción durables.
  • Colaborar en la investigación sobre los recursos y el futuro de los plásticos y el impactos de estos en la salud humana y marina.
  • Alentar las campañas de concientización sobre la contaminación de los océanos con plásticos.

Realidad preocupante

En publicaciones recientes dimos cuenta de la preocupación de los expertos internacionales y políticos canadienses por el estado de degradación de los mares, a partir de la contaminación de los mismos con desechos plásticos.

Esos desperdicios llegan a las aguas oceánicas arrojados por las personas, la industria y los fenómenos climáticos, como el tsunami que afectó a Japón en 2011, que arrojó basura al otro extremo del mundo.

Los productos, degradados por la erosión, se convierten en pequeñas partículas que son confundidas por los animales, que creen que se trata de alimento, y las ingieren.

En algunos casos se trata de especies que son consumidas por los humanos y, en consecuencia, la cadena de contaminación sigue.

Las especies marinas confunden a los plasticos con alimento, Foto: iStock.

La ministra canadiense de Medioambiente, Catherine McKenna, anunció esta semana que la problemática de los plásticos en los océanos estará en el centro de la agenda del encuentro de ministros del área, que se lleva a cabo a partir del martes 18 de septiembre y durará 3 días.

La funcionaria dijo que, si no se toman medidas urgentes para detener la contaminación con plástico de lagos y ríos, habrá “más polución que peces hacia 2050”, en una comparación que traza de manera gráfica la gravedad de la situación.

La ministra McKenna quiere una acción más decidida contra los plásticos en los mares. Foto: iStock.

El gobierno Trudeau busca llevar la iniciativa al plano internacional, en la esperanza de sumar no sólo países firmantes, sino también a las grandes corporaciones, sin cuyo apoyo no habrá política efectiva contra la polución.

Algunos grupos ambientalistas han sido críticos hacia la Carta, por no haber actuado más rápidamente y porque deja abierta la puerta a la posibilidad de incinerar los deshechos plásticos.

Algunas de esas entidades, como la Fundación Suzuki, por ejemplo, piden la eliminación total de los productos de plástico no reciclable, como única solución real y efectiva al problema de la contaminación.

La sesión 73 de la Asamblea General de Naciones Unidas, escenario elegido por Canadá para promover la Carta, comienza este martes 18 de septiembre.

Categorías: Medioambiente y vida animal, Política
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