La capital canadiense rindió homenaje al primer radiotelegrafista que murió en el mar y que salvó más de 200 vidas al negarse a dejar su puesto
Cuando el S.S. Ohio se estrelló contra una roca en una noche sin luna en 1909 en la provincia de Columbia Británica, el radiotelegrafista George C. Eccles se negó a abandonar su puesto.
Mientras cientos de personas se apiñaban en botes salvavidas, Eccles permaneció en su puesto, enviando sin descanso señales SOS en código Morse a barcos cercanos.
Sus esfuerzos salvaron la vida de más de 200 personas, pero Eccles no sobrevivió al naufragio.
De hecho se convirtió en el primer telegrafista de radio en morir en el mar, y ahora, 109 años después de la fecha de su muerte, su ciudad natal de Mississippi Mills, en la provincia de Ontario, honró su heroísmo.

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Un día para recordarlo
La comunidad ha proclamado el 26 de agosto como el Día de George C. Eccles.
«Básicamente era un tipo normal, que por respeto a su deber, se levantó e hizo su trabajo con un gran sacrificio personal «, dijo el alcalde de Mississippi Mills, Shaun McLaughlin, al programa In Town and Out de CBC Radio.
«Ese tipo de persona no debe olvidarse, porque es un modelo a seguir para cada uno de nosotros».
Eccles nació en 1873, creció en una granja local y se mudó a Almonte, donde aprendió el oficio de radiotelegrafista.
Estaba sirviendo a bordo del S.S. Ohio cuando, en la noche del 26 de agosto de 1909, el barco de vapor de 100 metros de largo chocó contra una roca en la costa de Columbia Británica.
Eccles no tenía que trabajar en el mar.
Había sido contratado como operador en tierra, pero según McLaughlin, cuando el operador programado del S.S. Ohio no se presentó, su empleador le pidió a Eccles que lo reemplazara.
Cerca de 210 personas estaban en el barco cuando golpeó la roca. Debido a los esfuerzos de Eccles, solo murieron cinco, incluido él mismo.

Esta lápida en homenaje al radiotelegrafista George C. Eccles fue descubierta el 3 de junio de 2018. (Shaun McLaughlin)
Las últimas palabras
La última y desesperada transmisión de Eccles, tal como lo informaron varios periódicos, fue dramática.
«Pasajeros todos a la deriva y en pequeñas embarcaciones y flotando. El capitán y la tripulación se van en el último bote, esperándome ahora. Adiós. Dios mío, yo soy …»
Y ahí terminaron las palabras.
208 personas estaban vivas ese día porque Eccles no cortó la transmisión para salvarse.
«Si no hubieran sido recogidos por las dos naves con las que se contactó George, todos podrían haber muerto», le dijo McLaughlin al programa In Town and Out del radiodifusor público CBC.
«La distancia que cubría un telégrafo en ese momento, un telégrafo inalámbrico, no era muy lejana. Tenía que esperar las condiciones adecuadas. Las naves tenían que estar bastante cerca».
Después de que Eccles logró comunicarse con otras naves, se fue abajo del barco para asegurarse de que no quedaba nadie en el S.S Ohio.
Cuando regresó a la cubierta principal, el barco de repente se sacudió. Eccles se golpeó la cabeza, dijo McLaughlin, y cayó en el mar.
«Murió como un héroe», dijo. «Fue honrado en todo el país».
Tres años antes del Titanic
Lo que es notable acerca de la historia completa de Eccles es la forma en que fue celebrado como un héroe en todo el mundo.
En 1909, la transmisión inalámbrica era una nueva tecnología, tan nueva que Eccles es descrito como el primer operador inalámbrico en morir en un accidente de trabajo, solo tres años antes que el Titanic. (Es reconocido en una placa en el Battery Park de Manhattan en un monumento erigido a «niños inalámbricos» caídos).
Eccles fue enterrado en una parcela familiar en el cementerio de la ciudad, pero su historia nunca fue marcada con una lápida.
McLaughlin dijo que no está claro por qué fue eso, especialmente teniendo en cuenta el gran homenaje que recibió en el momento de su muerte, por lo que el pueblo también solicitó colocar una lápida en el cementerio de Eccles.
Lo que fue hecho en junio en el cementerio de la Iglesia Anglicana de St. Paul en Wolf Grove Roa, en presencia de políticos y defensores del patrimonio canadiense además de gente del pueblo.
CBC/In Town and Out/Ottawa Citizen
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