Según las autoras, los médicos académicos tienen la obligación profesional y moral de ser mentores de la próxima generación de profesionales médicos. (Foto: ©iStock/sturti)

Los médicos tienen miedo de ser mentores de mujeres en la era del movimiento #MeToo

Los hombres en la medicina académica están usando el movimiento #MeToo (#YoTambien) para justificar no querer ser tutores de mujeres, privándolas de oportunidades importantes para avanzar en sus carreras, según un comentario publicado en The New England Journal of Medicine. 

Las seis autoras de «Men’s Fear of Mentoring in the Era of #MeToo: What’s at Stake for Academic Medicine» (El Miedo de los Hombres a ser Mentores en la Era de #MeToo: Lo que está en juego para la Medicina Académica) afirma que existe una persistente brecha de género en los roles de liderazgo médico académico. La paridad de género para la matriculación en las facultades de medicina de los Estados Unidos y Canadá existe desde hace décadas, pero las mujeres sólo representan el 16% de los decanos de las facultades de medicina y el 15% de los presidentes de los departamentos.

¿Por qué no estamos viendo más representación de mujeres en puestos de liderazgo? «Tiene que estar sucediendo algo en la medicina académica para que las mujeres vivan un clima hostil.»Dra. Sophie Soklaridis, autora principal del libro y científica del Centro de Adicciones y Salud Mental (CAMH, por sus siglas en inglés)

Las autoras afirman que cuando las mujeres comenzaron a superar en número a los hombres en las escuelas de medicina canadienses, algunos líderes en el campo expresaron su preocupación por la «feminización de la medicina», e incluso propusieron que se requirieran iniciativas de acción afirmativa para los hombres a fin de cerrar la brecha de género en la matrícula.

Este «miedo» de los médicos hombres, creen las autoras, tiene graves consecuencias para el avance profesional de las mujeres. El hecho de que se les nieguen las relaciones de tutoría priva a las mujeres jóvenes de experiencias que mejoran su carrera durante períodos críticos de su desarrollo profesional. Además, las médicas líderes con carreras avanzadas han identificado las relaciones de tutoría con los hombres como la clave de su éxito. (Foto: ©iStock/sturti)

Falta de mentores, falta de oportunidades

Algo que preocupa particularmente a las autoras es la falta de oportunidades de tutoría para las mujeres en la medicina académica por parte de hombres, en parte porque los científicos (hombres) afirman que temen acusaciones falsas de conducta sexual inapropiada.

Las doctoras detrás del comentario sostienen que la tutoría es esencial para el avance profesional en cualquier campo, incluyendo la medicina académica. Sin embargo, las mujeres en ese medio están notando que tienen menos acceso a los mentores que sus colegas masculinos.
«Tener un mentor, alguien que te abre las puertas, hace toda la diferencia en el mundo. Sin mentores, las mujeres no tienen las oportunidades de las que sus colegas masculinos disfrutan. Una y otra vez, he visto a mujeres sin una fuerte tutoría elegir un camino diferente al que ellas podrían haber deseado.»Dra. Catherine Zahn, Presidenta y Directora Ejecutiva de CAMH y una de las autoras del libro

Además, dicen las autoras, los médicos no pueden negarse a atender pacientes de un género en particular; tampoco pueden los médicos académicos limitar sus interacciones con los estudiantes o colegas por ser de un género u otro por miedo a ser acusados de conducta sexual inapropiada. Los médicos académicos tienen la obligación profesional y moral de ser mentores de la próxima generación de médicos y médicas.

Los autores hacen varias recomendaciones para facilitar el tipo de tutoría que ayudaría a abordar la brecha de género en los roles de liderazgo de la medicina académica, incluyendo:

  • Establecer programas de tutoría/patrocinio
  • Ofrecer programas de desarrollo de liderazgo y capacitación sobre prejuicios implícitos
  • Proporcionar flexibilidad en la estructuración de las trayectorias profesionales de las mujeres, incluidas las trayectorias de ascenso y los criterios de ascenso
  • Apoyar el acceso universal a las políticas de licencias familiares y médicas

Las autoras del estudio afirman que durante décadas, las mujeres en medicina se han encontrado con entornos de aprendizaje hostiles y poco acogedores que han dificultado la denuncia de transgresiones. Los movimientos #MeToo y Time’s Up han creado una plataforma para que las mujeres desafíen el tratamiento inadecuado relacionado con el género en el lugar de trabajo.
©iStock/sturti

En última instancia, dicen las autoras, las instituciones académicas y las organizaciones de salud pública, pueden implementar estrategias para ayudar a los hombres a superar el miedo y crear un ambiente que apoye las oportunidades de ser mentores. Tales esfuerzos incluyen la creación de un «espacio seguro» donde hombres y mujeres puedan hablar directamente sobre sus preocupaciones en relación con la tutoría. Con el fin de crear acuerdos de compensación departamentales explícitos, equitativos y transparentes.

Las otras coautoras son Deborah Gillis, Presidenta y Directora Ejecutiva de la Fundación CAMH, la Dra. Valerie Taylor, Jefa de Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Calgary, la Dra. Ayelet Kuper, Científica y Directora Asociada del Centro Wilson para la Investigación en Educación de la Red Universitaria de Salud de la Universidad de Toronto, y la Dra. Cynthia Whitehead, Vicepresidenta de Educación del Women’s College Hospital.

#YoTambien, el lema que ya nadie puede callar

©iStock/doble-d

El movimiento Me Too surgió hace aproximadamente 12 años como una manera de llamar la atención y la conciencia sobre la agresión sexual. Pero fue en los últimos dos años, que el tema ha atraído la mayor atención de los medios de comunicación después de que docenas de mujeres de la industria cinematográfica alegaron públicamente que el director de Hollywood Harvey Weinstein había participado en innumerables actos de conducta sexual inapropiada.

El haghtag #MeToo se volvió viral en los medios sociales, y las celebridades se unieron para lanzar el movimiento Time’s Up para combatir la violencia sexual y el acoso en el lugar de trabajo. A medida que surgieron acusaciones contra otros hombres de alto perfil, las conversaciones sobre el acoso y la agresión sexual se centraron en el tema más amplio del sexismo institucionalizado y la discriminación contra las mujeres en otras industrias.

Con informaciones del Centre for Addiction and Mental Health y del The New England Journal of Medicine. 
Categorías: Salud, Sociedad
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