El FMI informó que la contracción de la economía argentina tocará piso en los primeros tres meses del próximo año y comenzaría a recuperarse en el segundo trimestre.
La criticada institución financiera internacional elevó el mes pasado la magnitud de sus préstamos a Argentina a los 56.300 millones de dólares. Esto tras imponer condiciones fiscales más severas que han causado movilizaciones de protestas contra el gobierno del presidente Mauricio Macri, quien pretende buscar su reelección en 2019.
“El piso de la recesión va a ser el primer trimestre del 2019, y en el segundo trimestre vamos a ver una recuperación”, sostuvo el jefe de la misión del FMI para Argentina, Roberto Cardarelli, en una rueda de prensa.
Una misión del organismo se encuentra en Argentina haciendo la revisión de las metas del nuevo acuerdo.
El FMI pidió al gobierno de Macri que incremente los recortes en los gastos y aumente los impuestos para llevar el déficit fiscal primario, proyectado a 2,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018, directamente a cero el próximo año.
Tratar de reducir el déficit en un año de electoral es casi desconocido en Argentina, donde amplios sectores de la población dependen de programas de asistencia social y subsidios que ayudaron al país a recuperarse de una crisis económica de 2002 que hundió en la pobreza a millones de argentinos de clase media.

Marcha de protesta contra las negociaciones del Gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en rechazo a las medidas económicas tomadas por el gobierno del presidente argentino Mauricio Macri en Buenos Aires, Argentina, el 25 de mayo de 2018. REUTERS/Agustín Marcarian
Los recortes del gasto público se están haciendo aún más dolorosos debido a una recesión que comenzó a principios de este año después de una sequía que destruyó el principal cultivo comercial del país, la soja.
El FMI espera que la tercera mayor economía de América Latina se contraiga un 2,8 por ciento este año y un 1,7 por ciento en 2019.
Los analistas prevén una inflación para 2018 en aproximadamente el 47,5 por ciento, en momentos donde el peso ha perdido aproximadamente la mitad de su valor este año.
“La política fiscal y monetaria es una política de estabilización. La estabilización macroeconómica tiene un costo. Esperamos y creemos que el costo va a ser en el corto (plazo)”, dijo Cardarelli.
Agregó que la recesión “va a durar dos o tres trimestres y ya en el segundo trimestre del año próximo vamos a ver una recuperación en la actividad económica” de Argentina.
El peso argentino empezó a perder su valor a finales en abril a raíz de las dudas sobre la capacidad del banco central (BCRA) para reinvertir en su creciente nivel de deuda a corto plazo. Los inversionistas descartaron la moneda argentina en favor de los activos en dólares estadounidenses como refugio seguro.
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