La deforestación en Brasil, que cuenta con la más grande superficie de la selva amazónica, aumentó de 13.72% entre agosto de 2017 y julio de 2018 según las cifras oficiales, afirma la organización de protección del medioambiente Greenpeace.
La superficie talada durante todo este período es de 7.900 kilómetros cuadrados, o sea el equivalente de 5.2 veces la superficie de la ciudad de Sao Paulo, según el Instituto Nacional de Estudios Geográficos, un organismo gubernamental.
Para Greenpeace, “son más o menos un millón de canchas de fútbol deforestadas en solo un año” afirma Marcio Astrini, coordinador de Greenpeace en Brasil. Según él, la situación podría empeorar si el presidente Jair Bolsonaro llega a cumplir sus promesas electorales de enmendar ciertas reglamentaciones ambientales.

Deforestación de la Amazonía brasileña, cerca de Porto Velho. (Photo by Mario Tama/Getty Images)
“Él dice que pondrá fin a las áreas protegidas, a las tierras reservadas a los indígenas y que reducirá las inspecciones y las sanciones contra los crímenes ambientales. Todo lo que antes podía reducir la deforestación. Si él elimina todo eso, se puede desencadenar una situación inimaginable”. Marcio Astrini, coordinador de Greenpeace en Brasil.
Brasil registró una reducción progresiva de la deforestación entre 2004 y 2012, gracias a los medios de control gubernamentales.
Jair Bolsonaro quería en un primer tiempo, fusionar los ministerios de Medioambiente y Agricultura, una idea que provocó la indignación en Brasil. Pero finalmente renunció a esta idea bajo la presión del lobby del agro-comercio, temiendo sanciones comerciales por parte de los países que se preocupan por el medioambiente.
RCI/AFP
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