El uso de palabras discriminatorias no ayuda a curar trastorno por uso de sustancias

Diversos estudios encuentran que el fentanilo está afectando a las personas en todos los ámbitos de la vida, todos los grupos de edad y todos los orígenes socioeconómicos.

Algunos dicen que lo que empeora la crisis es el lenguaje utilizado para describirla. Que las palabras son importantes para las personas que necesitan ayuda.

La directora de salud pública de Canadá, Dra. Theresa Tam, recalcó esta semana que la Agencia de Salud Pública publicó datos que muestran que los medicamentos opioides causaron más de 2,000 muertes en la primera mitad del año.

Un suministro de medicamentos tóxicos es una parte clave de la epidemia de opioides de Canadá, dijo Tam y agregó que espera que los canadienses comprendan la gravedad del problema.

El país, dijo,  necesita un enfoque que tenga en cuenta factores como el estigma, el trauma y la discriminación asociados con el uso de drogas.

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Muertes relacionadas con opioides en Canadá en 2018

Se estima que el fentanilo, un opioide altamente potente y adictivo, es hasta 100 veces más fuerte que la morfina y comúnmente se mezcla con los opioides que se venden en la calle, lo que significa que los usuarios no saben la potencia de las drogas que toman.

Adicto a las drogas, abusador, ve a limpiarte. La mayoría de la gente no piensa mucho en lo que significan o implican esas palabras.

Sin embargo, para  Amanda Dick, querían decir que ella no merecía ayuda.

Todavía es muy vergonzoso y creo que muchas personas dudan en buscar ayuda y tratamientos porque existe la percepción de que si consumes drogas eres una mala persona. «

Dick tenía unos 20 años, trabajaba a tiempo completo como administradora médica y vivía con su madre, cuando comenzó a experimentar con cocaína y heroína. Se enfermó y pensó que tenía gripe, hasta que una amiga le dijo que tenía síntomas de abstinencia.

Pensó en pedir ayuda  … pero no quería decírselo a nadie.

Amanda Dick dice que ella hubiera buscado ayuda antes por el uso de sustancias, pero que le preocupaba ser etiquetada como «adicta». Muchos profesionales médicos están de acuerdo en que el lenguaje estigmatizado en torno a la adicción crea una barrera para quienes necesitan tratamiento. (Craig Chivers / CBC)

«En ese momento estaba absolutamente aterrorizado de que alguien lo descubriera»

Ella mantuvo el secreto durante años. Esto afectó su salud y sus relaciones, y hasta perdió su trabajo.

Pero Dick sintió en un momento que no tenía elección.

Los expertos dicen que el lenguaje en torno a ciertas drogas está envuelto con sentimientos de falla moral lo que hace que las personas que las usan se vean como si no fueran dignas de ayuda.

Y esas palabras hieren a las  personas dice Kenneth Tupper del Centro de uso de substancias de Columbia Británica.

«Es muy posible que en el futuro nuestros hijos o nietos miren hacia atrás y se queden horrorizados de cómo hemos tratado a las personas que consumen drogas».

«El término ‘adicto’ representa a las personas que han perdido el control, que son moralmente culpables por los problemas que padecen … y quizás no merecen la compasión total de nuestro sistema de salud».

Kenneth Tupper del Centro de uso de substancias de Columbia Británica.

«Otras frases en el idioma inglés que usamos para la palabra abuso – abuso infantil, abuso conyugal, abuso animal, abuso de ancianos, en cada caso, la palabra abuso designa a alguien que  está siendo perjudicado. Pero cuando se trata de abuso de drogas. ¿Quién o qué nos hace daño?”

Los profesionales médicos están tratando de liderar el camino con un lenguaje que ponga a las personas en primer lugar.

Están dejando caer palabras como,  adicto a las drogas, abusador, ve a limpiarte.

En su lugar, están tratando a los «pacientes» con «un trastorno por uso de sustancias» y simplemente están ofreciendo resultados de test «positivos o negativos».

Pero algunos dicen que cambiar el marco de esa conversación en torno a la adicción es mucho más difícil.

El fentanilo

El fentanilo es un analgésico opioide sintetizado por primera vez en Bélgica a finales de la década de los 50. Fue introducido en la práctica médica en la década de los 60 bajo forma de un anestésico intravenoso para el dolor. Es hasta 50 veces más fuerte que la heroína.

Es utilizado en la actualidad como droga recreativa, ya que provoca efectos secundarios típicos de los opiáceos, como euforia, bienestar y somnolencia, entre otros. Pero esta droga crea una fuerte dependencia física y psicológica. Lo que comenzó como una experiencia de droga recreativa, en Canadá se convirtió en una crisis sanitaria desde septiembre 2015.

Sandee habló con el radiodifusor público CBC pero pidió no revelar su apellido. Su trastorno por uso de sustancias comenzó cuando ella tenía solo 13 años.

Ella dice que las personas se juzgan entre sí y a sí mismas.

«La gente lo ve y pregunta ¿Qué hiciste de malo?

El cambio real depende de que todos acepten que la adicción y las recaídas forman parte de la lucha contra la enfermedad, y no una opción.

Sandee dice que la sociedad necesita reconocer que las personas a las que estigmatizan podrían ser sus vecinos, sus compañeros de trabajo,  sus hijos. Y que si se quiere realmente que las personas se recuperen, que el problema es una enfermedad, entonces hay que tratarla como tal .

Hospitalización relacionada con opioides

Las cifras publicadas por el Instituto Canadiense de Información de Salud esta semana también muestran un aumento del 27 por ciento en hospitalizaciones debido a «intoxicaciones relacionadas con opioides» en los últimos cinco años.

El instituto dijo que las tasas de hospitalización de 2017 fueron 2.5 veces más altas en comunidades más pequeñas, con poblaciones entre 50,000 y 100,000, en comparación con las ciudades más grandes de Canadá.

C.Birak-CBC -RCI

Categorías: Salud, Sociedad
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