Canadá tiene la intención de volver a la carga contra los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio en una nueva campaña de cabildeo dirigida a Washington. Ottawa una y otra vez rechaza el argumento de amenaza de la seguridad nacional del gobierno de Trump.
Se trata de volver a poner en la mesa los argumentos ya avanzados por el gobierno canadiense, que considera que estos aranceles son ilegales y absurdos, según dos fuentes gubernamentales citadas por CBC.
La cuestión de los aranceles estadounidenses debe abordarse en el próximo Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y el ministro de Finanzas, Bill Morneau, están ansiosos por llevar el punto de vista de Ottawa a sus homólogos estadounidenses e instarlos a que renuncien a estos aranceles, aunque Donald Trump ya ha anunciado que no no estaría allí
El presidente de Estados Unidos dijo que debería centrarse en el estancamiento del presupuesto que llevó al cierre parcial del gobierno federal, en medio de una seria disputa con los demócratas en la Cámara de Representantes sobre el muro en la frontera con México.
La nueva campaña de cabildeo estaba también programada cuando la ministra Freeland se reunió con el Secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, en Washington, en diciembre pasado, según fuentes gubernamentales.
Nuevos objetivos
Los representantes de la Embajada de Canadá en Washington elaboraron una lista de estadounidenses influyentes que podrían ser sensibles al mensaje de Canadá. Los ministros deberán contactar a estos funcionarios directamente, por teléfono o en persona.
En una declaración a CBC, Paul Moen, director senior de Earnscliffe Strategy Group y abogado especializado en derecho comercial internacional, cree que la estrategia de Canadá tiene sentido, pero que se beneficiaría de estar orientada hacia los propietarios de negocios y los sindicatos.
Para él, no se debe dejar de lado a los nuevos inquilinos demócratas del Congreso que acaban de asumir el cargo como elegidos después de las elecciones intermedias de noviembre pasado. «Esta es una nueva oportunidad para construir nuevas relaciones».
Menos optimista, Mark Rowlinson, portavoz del Sindicato de Trabajadores del Acero, cree que el margen de maniobra se ha visto seriamente socavado desde hace mucho tiempo.
Dice que es hora de que Canadá se niegue a ratificar el renovado acuerdo comercial de América del Norte hasta que se eliminen los aranceles. Canadá ya lo ha intentado y eso no ha funcionado, dice Rowlinson.
Una de las fuentes citadas por CBC indica que Canadá se alejaría de cualquier argumento que vinculara las tarifas con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte actualizado.
Los legisladores y líderes empresariales estadounidenses que se oponen a las tarifas han declarado públicamente que estas tarifas deben ser eliminadas.
Pero el gobierno de Trudeau, dice la misma fuente, no quiere estar en la misma canasta que México, que podría terminar aceptando las demandas estadounidenses de cuotas de exportación de acero, una idea que Canadá no está listo para aceptar.
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