Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, salió del hospital de Sao Paulo este miércoles, después de un internamiento de más de dos semanas y de una intervención consecutiva a la agresión con arma blanca de la que fue víctima durante su campaña presidencial el mes de septiembre pasado.
El presidente brasileño había sido operado en el mismo hospital el 28 de enero pasado para hacerle una reconstrucción intestinal, debido a ese ataque en septiembre de 2018, que casi le costó la vida.
Los médicos le retiraron la bolsa de colostomía que lleva desde el atentado. Pero las cosas no sucedieron tal como estaba previsto. Día a día, los boletines de los médicos del Hospital Albert Einstein de Sao Paulo, hacían un recuento de la lista de problemas que aquejaban al presidente brasileño, tales como vómitos, fiebre, neumonía y ningún alimento sólido durante 2 semanas. También se le restringieron las visitas.

El Hospital Albert Einstein de Sao Paulo dio de alta al presidente Jair Bolsonaro este miércoles. (Foto: MIGUEL SCHINCARIOL/AFP/Getty Images)
Se hará una evaluación en el transcurso de los próximos días en lo que respecta a la reanudación progresiva de las actividades de Jair Bolsonaro, dijo este miércoles Otavio do Rego Barros, portavoz del presidente.
La convalecencia de 17 días de Jair Bolsonaro, puso en evidencia tensiones en el seno del gobierno, en particular con el vicepresidente, el general Hamilton Mourao, quien provocó la ira del personal inmediato que rodea al presidente y en particular de sus hijos, al cuestionar sus argumentos en favor de la liberalización del porte de armas y la transferencia de la embajada de Brasil de Tel Aviv a Jerusalén.
Pero al parecer las tensiones no son solo con Hamilton Mourao, sino también con Paulo Guedes, el “Chicago Boy” ministro de Economía. La muy sensible e impopular reforma del sistema de pensiones, tan esperada por el mercado bursátil para el enderezamiento de la economía, parece estar en el centro de estas tensiones.
El presidente de extrema derecha, que prometió “cambiar a Brasil”, le confió esta pesada tarea a Paulo Guedes. En público los dos hombres parecen entenderse muy bien, pero el tema del límite de edad para el retiro, anunciado por Bolsonaro, puso en evidencia las divergencias entre los dos hombres.
RCI/Reuters/AFP/Internet
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