El gobierno federal liberal está tomando medidas para detener el flujo de solicitantes de asilo que llegan a Canadá desde los Estados Unidos fuera de los cruces fronterizos oficiales.
Insertada en el proyecto de ley de presupuesto general de 392 páginas, que llegó a la Cámara de los Comunes el lunes por la noche, una disposición se propone evitar que cualquier persona que haya hecho una solicitud de refugio en otros países vuelva a presentar una solicitud en Canadá.
Esta disposición se aplica a las reclamaciones hechas en países con los cuales Canadá tiene acuerdos de intercambio de información.
Sólo unos pocos países están sujetos al procedimiento. Estados Unidos es uno de ellos. Canadá tiene un acuerdo de «tercer país seguro» con los Estados Unidos.
Ese Acuerdo entre Canadá y Estados Unidos, firmado en 2004, se basó en la premisa de que los refugiados y migrantes en Estados Unidos son tratados de acuerdo con las normas internacionales.
Es por esta razón que Canadá cerró los puestos fronterizos con su vecino a lo largo del paralelo 49 impidiendo de esta manera la entrada a los refugiados, quienes se han visto obligados a buscar formas irregulares de cruzar hacia Canadá para solicitar protección.
Los refugiados que llegan a los Estados Unidos, obligatoriamente deben presentar su solicitud en ese país. Si un solicitante es rechazado en Estados Unidos, también será rechazado por Canadá en un cruce fronterizo oficial.
Mathieu Genest, un portavoz del ministro de Inmigración Ahmed Hussen, dijo que se espera que el efecto principal del cambio deberá dirigirse a las personas cuyas solicitudes de asilo fueron rechazadas en los Estados Unidos y luego intentadas nuevamente en Canadá.
Sin embargo, de acuerdo con la redacción del documento, el mero hecho de haber presentado una solicitud es suficiente para que un solicitante no sea elegible.
La disposición se basa en la creencia de que el sistema de protección de refugiados de Canadá es bastante similar al de los Estados Unidos y de que cualquier persona que sea rechazada también será rechazada aquí, dijo el Sr. Genest.
Las personas consideradas inelegibles para presentar una reclamación en Canadá no serán necesariamente deportadas a su país de origen. El Sr. Genest declaró que continuarían sometiéndose a una evaluación de riesgo previa a la eliminación para determinar la conveniencia de devolverlos a su país de origen.
RCI con información de La presse canadienne
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