La edad, la disminución de la fuerza muscular, el sedentarismo y la falta de actividad física, la obesidad son algunos de los factores que pueden comprometer el equilibrio de una persona.
Pero poco importa la edad, todos pueden mantener y recuperar parcial o totalmente ese equilibrio. El secreto está en la oscuridad, dice experto canadiense.
EscucheEl equilibrio es la capacidad de mantener el centro de gravedad del cuerpo en su base de apoyo. Tener un correcto sistema de equilibrio nos permite percibir el movimiento, identificar la orientación respecto de la gravedad, determinar la dirección y la velocidad del movimiento y realizar ajustes posturales automáticos para mantener la postura y la estabilidad en diferentes situaciones y actividades.
El equilibrio se puede mantener gracias a un complejo sistema de control sensoriomotor que incluye las informaciones que nos llegan desde la visión (vista), propiocepción (tacto) y del sistema vestibular (movimiento, equilibrio, orientación espacial).
El fisioterapeuta canadiense Denis Fortier dice que existen ejercicios simples que pueden revertir el proceso de pérdida del equilibrio. El secreto es la oscuridad.
«El equilibrio es una capacidad verdaderamente superior a otras capacidades porque integra muchas otras, como nuestra fuerza muscular, nuestra movilidad, también nuestras funciones cognitivas como nuestra atención, nuestra planificación motriz, la concentración.
Al igual que el GPS real que utiliza la triangulación, los datos transmitidos por las antenas, los satélites y las redes de wi-fi, nuestro propio sistema, de geolocalización denominado propriocepción, utiliza el mismo principio de triangulación, la información transmitida por articulaciones, nuestros músculos. Se trata realmente de un sexto sentido, expresa el fisioterapeuta, llamado propiocepción.
Es un sentido que informa al organismo de la posición de los músculos, es la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas.
La propiocepción regula la dirección y rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de éste con el espacio, sustentando la acción motora planificada.
Otras funciones en las que actúa con más autonomía son el control del equilibrio, la coordinación de ambos lados del cuerpo, el mantenimiento del nivel de alerta del sistema nervioso y la influencia en el desarrollo emocional y del comportamiento.[/su_box]
No se lo ve, no es como las orejas, los ojos, una boca, pero es realmente un sexto sentido indica Denis Fortier.
Fortier explica que la piel también envía datos al cerebro y éste sacará conclusiones de todos esos datos para conocer la posición exacta de nuestras articulaciones.
Ese equilibrio es complejo. Se trata de una capacidad que estimula la plasticidad del cerebro, que es la capacidad a metamorfosearse, dice el experto canadiense.
La distancia entre lo que se percibe y la realidad
Según el especialista, es la presbicia articular la que socava el equilibrio. Sus articulaciones no son capaces de percibir los cambios muy pequeños, por lo que el primer dato que llega a su cerebro es un poco erróneo, dice.
Los síntomas de un desorden vestibular
La parte del oído que ayuda con el equilibrio se conoce como el sistema vestibular o el laberinto, una estructura en el oído interno.
Cuando una enfermedad, el envejecimiento o una lesión dañan este sistema, se puede desarrollar un desorden vestibular que a menudo presenta los siguientes síntomas, entre otros:
*Vértigo y mareo *Desequilibrio y desorientación espacial *Problemas visuales *Cambios en la audición *Cambios psicológicos y/o cognitivos
Qué hacer para mantener o recuperar el equilibrio
Hay una gran variedad de ejercicios que son buenos para mejorar el equilibrio, ya que el equilibrio tiene que ver con muchos factores diferentes, incluyendo la visión, la audición, la propiocepción, la fuerza y la flexibilidad, entre otros. Algunas de estas capacidades se deterioran a medida que envejecemos y no podemos controlar.
Pero lo que importa es estimular el GPS, el sistema de propiocepción, dice Denis Fortier.
La práctica de Pilates, yoga o deportes de remo como los kayaks también estimula el equilibrio.
La disminución del equilibrio forma parte del proceso normal del envejecimiento pero es, en parte, reversible. Y esos ejercicios no son solo para las personas de edad sino es para todo el mundo y se puede realmente reconstruir ese equilibrio.
Tengamos 85 o 20 años, se puede mejorar el equilibrio.
Hay también factores que van alterar el equilibrio sobre los cuales podemos actuar.
Una mejor estabilidad puede ayudar a prevenir caídas. Entre las personas mayores de 65 años, la proporción de caídas en un año es de 35%, es decir, una persona sobre tres.
«Realmente puede hacer una diferencia para las personas más vulnerables», dice el fisioterapeuta, quien asegura que se «puede mejorar a cualquier edad. En un mes o dos, deberíamos ver una buena diferencia.»
RCI con información de Radio Canadá- Internet
La entrevista con el fisioterapeuta canadiense Denis Fortier fue realizada por Catherine Perrin.
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