Nuestro sexto sentido, la capacidad del cuerpo para saber su posición en el espacio, sigue siendo desconocido. La edad, la fatiga, las lesiones y diversas enfermedades, como el parkinson, la osteoartritis, afectan la propiocepción. Se puede mejorar con ejercicios de equilibrio, estabilidad y coordinación de movimientos. "Una mejor propiocepción mejora muchos aspectos de nuestra vida cotidiana” dice el fisioterapeuta Denis Fortier. Foto: iStock

¿Problemas de equilibrio? Es posible preservarlo y recuperarlo dice experto canadiense

La edad, la disminución de la fuerza muscular, el sedentarismo y la falta de actividad física, la obesidad son algunos de los factores que pueden comprometer el equilibrio de una persona.

Pero poco importa la edad, todos pueden mantener y recuperar parcial o totalmente  ese equilibrio. El secreto está en la oscuridad, dice experto canadiense.

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Una mujer está ejercitando una posición de yoga en una tabla de surf. Según Denis Fortin, practicar ejercicios como las posturas de yoga, en la oscuridad, permite recuperar parte o totalmente el equilibrio perdido. iStock

El equilibrio es la capacidad de mantener el centro de gravedad del cuerpo en su base de apoyo. Tener un correcto sistema de equilibrio nos permite percibir el movimiento, identificar la orientación respecto de la gravedad, determinar la dirección y la velocidad del movimiento y realizar ajustes posturales automáticos para mantener la postura y la estabilidad en diferentes situaciones y actividades.

El equilibrio se puede mantener gracias a un complejo sistema de control sensoriomotor que incluye las informaciones que nos llegan desde la visión (vista), propiocepción (tacto) y del sistema vestibular (movimiento, equilibrio, orientación espacial).

El fisioterapeuta canadiense Denis Fortier dice que existen ejercicios simples que pueden revertir el proceso de pérdida del equilibrio. El secreto es la oscuridad.

«El equilibrio es una capacidad verdaderamente superior a otras capacidades porque integra muchas otras, como nuestra fuerza muscular, nuestra movilidad, también nuestras funciones cognitivas como nuestra atención, nuestra planificación motriz, la concentración.

Al igual que el GPS real que utiliza la triangulación, los datos transmitidos por las antenas, los satélites y las redes de wi-fi, nuestro propio sistema, de geolocalización  denominado propriocepción, utiliza el mismo principio de triangulación, la información transmitida por articulaciones, nuestros músculos. Se trata realmente de un sexto sentido, expresa el fisioterapeuta, llamado propiocepción.

Denis Fortier, fisioterapeuta: Radio-Canada / Julien Lamoureux

Es un sentido que informa al organismo de la posición de los músculos, es la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas.

La propiocepción regula la dirección y rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de éste con el espacio, sustentando la acción motora planificada.

Circo del Sol. Foto: Radio Canadá

Otras funciones en las que actúa con más autonomía son el control del equilibrio, la coordinación de ambos lados del cuerpo, el mantenimiento del nivel de alerta del sistema nervioso y la influencia en el desarrollo emocional y del comportamiento.[/su_box]

No se lo ve, no es como las orejas, los ojos, una boca, pero es realmente un sexto sentido indica Denis Fortier.

Pero utiliza datos que son transmitidos por los ojos, por el oído interno o sistema vestibular.

Fortier explica que la piel también envía datos al cerebro y éste sacará conclusiones de todos esos datos para conocer la posición exacta de nuestras articulaciones.

La propiocepción
Y el cerebro va a interpretar todo y modificar su postura para evitar que usted caiga
.

Ese equilibrio es complejo. Se trata de una capacidad que estimula la plasticidad del cerebro, que es la capacidad a metamorfosearse, dice el experto canadiense.

La distancia entre lo que se percibe y la realidad

Según el especialista, es la presbicia articular la que socava el equilibrio. Sus articulaciones no son capaces de percibir los cambios muy pequeños, por lo que el primer dato que llega a su cerebro es un poco erróneo, dice.

“Por lo tanto, puede inducir una pérdida de equilibrio. Es una brecha entre lo que percibo y la realidad. Imagine que se encuentra ante un terreno cubierto de hielo y que la información que le envía su pequeño GPS articular no es muy certero. Seguro que va a caerse. «

Los síntomas de un desorden vestibular

La parte del oído que ayuda con el equilibrio se conoce como el sistema vestibular o el laberinto, una estructura en el oído interno.

Cuando una enfermedad, el envejecimiento o una lesión dañan este sistema, se puede desarrollar un desorden vestibular que a menudo presenta los siguientes síntomas, entre otros:

*Vértigo y mareo *Desequilibrio y desorientación espacial *Problemas visuales *Cambios en la audición *Cambios psicológicos y/o cognitivos

Qué hacer para mantener o recuperar el equilibrio

Hay una gran variedad de ejercicios que son buenos para mejorar el equilibrio, ya que el equilibrio tiene que ver con muchos factores diferentes, incluyendo la visión, la audición, la propiocepción, la fuerza y la flexibilidad, entre otros. Algunas de estas capacidades se deterioran a medida que envejecemos y no podemos controlar.

Pero lo que importa es estimular el GPS, el sistema de propiocepción, dice Denis Fortier.

Haga ejercicios simples todos los días, en un ambiente seguro como pararse sobre una sola pierna, pero en la oscuridad. Intente cepillarse los dientes en la oscuridad con la mano izquierda. O caminar por su casa cerrando los ojos. Hay muchos otros ejercicios, siempre en la oscuridad.

La práctica de Pilates, yoga o deportes de remo como los kayaks también estimula el equilibrio.

La disminución del equilibrio forma parte del proceso normal del envejecimiento pero es, en parte, reversible.  Y esos ejercicios no son solo para las personas de edad sino es para todo el mundo y se puede realmente reconstruir ese equilibrio.

Tengamos 85 o 20 años, se puede mejorar el equilibrio.

Hay también factores que van alterar el equilibrio sobre los cuales podemos actuar.

Los factores sobre los cuales podemos actuar para recuperar el equilibrio son la edad, la disminución de la fuerza muscular, el sedentarismo y la falta de actividad física, la obesidad y la fatiga. Es entonces cuando su sistema de geolocalización interno empieza a ser defectuoso y la plasticidad del cerebro disminuye. iStock

Una mejor estabilidad puede ayudar a prevenir caídas. Entre las personas mayores de 65 años, la proporción de caídas en un año es de 35%, es decir, una persona sobre tres.

«Realmente puede hacer una diferencia para las personas más vulnerables», dice el fisioterapeuta, quien asegura que se «puede mejorar a cualquier edad. En un mes o dos, deberíamos ver una buena diferencia.»

RCI con información de Radio Canadá- Internet

La entrevista con el fisioterapeuta canadiense Denis Fortier fue realizada por Catherine Perrin.

Categorías: Salud, Sociedad
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